Zaragoceando

La tramoya que hace posible la magia de la tele

Las instalaciones de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión cuentan con 7.000 metros cuadrados en los que trabajan más de 500 personas entre cámaras, focos y micrófonos

Estudios de Aragón Televisión donde se graba el programa 'Aquí y Ahora'

Estudios de Aragón Televisión donde se graba el programa 'Aquí y Ahora' / Josema Molina

Iván Trigo

Iván Trigo

Aragón TV ha cumplido en este 2024 su mayoría de edad, 18 años en los que ha convivido junto con la radio autonómica (Aragón Radio) en la sede de la corporación en María Zambrano, en Zaragoza. Hoy, las mentes pensantes al frente de este organismo público piensan ya en la mudanza, puesto que las instalaciones que ocupan se les han quedado pequeñas. El edificio tiene más de 30 años –fue diseñado en colaboración con Manuel Campo Vidal– y dentro se esconde una tramoya que permite que todo siga funcionando como un reloj.

Los espectadores estarán acostumbrados a ver, a través de sus pantallas, los platós y estudios de Aragón TV. Pero son espacios transformados por la magia de la tele. En persona, todo sorprende y todo suena extraño. El plató de informativos, que se estrenó hace un año para las elecciones autonómicas, es un espacio enorme en el que una pantalla de 18 metros de largo copa todo el protagonismo cuando los presentadores no están frente a las cámaras, unos dispositivos estos que, además, se mueven solos por la estancia manejados por un operador que los conduce con un joystick desde la sala de control.

Así, la única cámara que se maneja en persona un operador es la grúa, una especie de jirafa metálica que, a pesar de su tamaño, se balancea con mucha más suavidad que cualquiera con un palo selfie. El resto de cámaras se desplazan sin que nadie las toque por el enorme salón. Y por eso, en la jerga de la tele, se les llama Roomba, como a los aspiradores robotizados.

Este estudio, tal y como luce hoy, apenas tiene un año y su reforma se hizo necesaria después de que la tormenta Filomenta causara importantes daños en la cubierta. No obstante, se aprovechó el cambio para renovar la tecnología del plató. Se sustituyeron unos cuantos kilómetros de cable por apenas unas decenas de metros de fibra óptica. Y los focos se sustituyeron por otros mucho más eficientes: en conjunto consumen solo lo que antes gastaban dos de las antiguas bombillas.

La revolución tecnológica también sirvió para convertir toda la emisión a HD, lo que obligó, entre otras muchas cosas, a cambiar la forma de maquillar a los presentadores. «Las nuevas cámaras lo captan todo, por lo que el maquillaje tiene que ser más natural».

Sobre la mesa del plató de informativos, los presentadores tienen su guion escrito por si falla el teleprónter, que es esa pantalla en la que al periodista le va apareciendo todo lo que tiene que decir. ¿El truco para que no se note que estás leyendo? «Lo importante es saber de lo que estas hablando y confiar en tu equipo. Obviamente, te lo has tenido que leer antes y también te lo puedes reescribir y adaptar a tu forma de hablar», explica Blanca Escorihuela, una de las caras, junto a Manuel Gómez, del programa Buenos Días.  

Y mientras en el plató todo transcurre con calma, la sala de control se convierte en un auténtico hervidero. «¡Prevenida cámara dos!», «¡prevenida Blanca!». Una sucesión de órdenes dan forma a lo que está ocurriendo en directo sin que los espectadores sean conscientes de nada.

«Es una locura organizada. En un programa en directo no solo tienes que tener previsto lo que van a decir los presentadores, sino también qué plano se ofrece en cada momento, qué cámara es la que se pincha y qué se pone en el fondo. Y darle de comer a una pantalla de 18 metros lleva su trabajo», explican los que saben.

Pero el de informativos no es el único plató que aloja el edificio de la CARTV. En total hay cuatro más los estudios de radio. De ahí que, de cara a la mudanza, la televisión y radio autonómicas necesiten espacio suficiente. En la actualidad cuentan con 7.000 metros cuadrados donde trabajan 500 personas. Y calculan que necesitarían unos 14.000 para estar cómodos. Cada plató no se utiliza para un solo programa. Y otra curiosidad: en el estudio más grande, donde se graba el magacín Aquí y ahora, hay un espacio separado por cortinas negras donde se sitúan las intérpretes de lengua de signos, que en directo van convirtiendo las palabras de la presentadora.

Fuera de los platós, la falta de espacio se hace más evidente. Los espacios dentro del edificio se han ido reaprovechando y reordenando en función de las necesidades de cada momento, pero ello ha dado lugar a que haya espacios de trabajo que estén separados físicamente cuando convendría, por una mera cuestión de organización, que estuvieran cerca. Es más, un espacio del hall se utiliza como sala de reuniones: se le llama las provincias, porque hay tres mesas: una se llama Zaragoza, otra Huesca y otra Teruel.

Dentro de las instalaciones, que desde fuera no se hacen tan grandes, hay también un hangar en el que se almacena mobiliario utilizado en programas pasados. Y es que el guárdalo por si acaso aquí cobra más sentido que nunca.

En los sótanos, además de un garaje con numerosas plazas de aparcamiento, se sitúa también el archivo de la CARTV, puesto que una de las misiones de la corporación es también servir como memoria audiovisual de los aragoneses. En un búnker aislado, cientos y miles de archivos se conservan en estanterías que custodian millones de minutos de televisión.

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