Ascensores con historia en Zaragoza: un tesoro escondido tras el portal

Se esconden tras el portal y, cuando se descubren, no dejan indiferente a nadie. Los hay con cabinas de madera, otros con puertas de hierro forjado y algunos hasta disponen de asientos tapizados. Zaragoza tiene auténticas joyas del patrimonio industrial en los recibidores de los edificios modernistas del centro de capital que, ya desde la calle, sus fachadas permiten hacerse una idea de la reliquia que alberga su interior.

Se trata de los ascensores patrimoniales más majestuosos de la ciudad que pasan desapercibidos para sus rutinarios vecinos pero que son una sorpresa para invitados, carteros y repartidores que, en cuestión de segundos, hacen un viaje en el tiempo.

Hoy en día la normativa no permitiría instalar este tipo de cabinas que, por cierto, no se verán afectadas por las nuevas exigencias de seguridad que deberán cumplir a partir del 1 de julio todas las comunidades de vecinos. Estos elevadores están fabricados en la primera mitad del siglo XX y han sufrido una retahíla de retoques con el paso del tiempo.

Entre los problemas que se encuentran las empresas del sector para ponerlos a punto y repararlos es la falta de piezas, ya que en muchos casos se han dejado de fabricar. "Las mismas empresas tienen materiales que nos sirven, aunque es verdad que suelen generar problemas", admiten desde Duplex Ascensores.

La nueva normativa de seguridad mira de reojo a estos ascensores que, por ahora, se van a librar de tener que adaptar su equipamiento a la legislación. Algunos se han modernizado sin alterar su estética inicial y no es extraño encontrar un ascensor patrimonial con telefonillo o sistema de comunicación bidireccional.

No hay un catálogo concreto que permita saber cuántos elevadores de este tipo hay o ha habido en Zaragoza, aunque representan un número muy pequeño. Aragón cuenta con un parque de unos 35.000 ascensores, la mayoría en la capital.

Estos elevadores no tienen una protección patrimonial específica, aunque sí puede estar catalogados o formar parte de un inventario municipal. Motivo por el que tienen un tratamiento especial, igual que un mantenimiento diferente y más específico.

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