Antonio Vázquez dejó de trabajar en el hospital Clínico el pasado 31 de enero, cuando su contrato no fue renovado "pese al ritmo del aumento de la lista de espera duplica al de hace un año". Sin embargo, su vínculo eventual por acumulación de tareas y el de otras cinco personas más se acabó. "Amplía la lista y se estrecha la plantilla, justo lo contrario para lo que se concibieron estos puestos eventuales pero prescindieron de nosotros cuando éramos más necesarios", advierte. Su antigüedad le ha permitido encontrar acomodo en otro hospital "pero mis compañeros están en el paro" y lamenta que "justifican la medida en la mentira de que el gasto es excesivo, pero se puede ajustar mejor sin despedir". Aunque Vázquez asegura que "lo peor está por venir", ya que "esto es un negocio y una declaración de guerra".