La estación de esquí de Candanchú, que se halla en concurso de acreedores de finales del pasado año, ha alcanzado en lo que va de temporada la cifra de 100.000 esquiadores, con lo que se acerca al objetivo que se fijó el Gobierno de Aragón cuando asumió su gestión de forma transitoria por 404.000 euros.

Así lo explicó ayer en las Cortes de Aragón el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, que ayer compareció a petición propia en la Comisión de Economía y Empleo de las Cortes de Aragón. "No se han cumplido las predicciones más pesimistas y hay dinero para llegar a fin de temporada", aseguró.

Sin embargo, el consejero recordó que la estación está viviendo una situación excepcional tras la quiebra de la empresa Etuksa y abogó por buscar una solución definitiva para Candanchú que pasa por que sea asumida por capital privado.

Ángel Romero, de IU, aconsejó ser"prudentes" para preservar los puestos de trabajo existentes, que han recuperado parte de las nóminas atrasadas gracias al Fogasa y son parte en el concurso de acreedores. Joaquín Palacín, de Chunta, subrayó que su cierro hubiera sido una "catástrofe" para el valle del Aragón.

Por parte del PP, Yolanda Vallés hizo notar que ningún grupo político se había opuesto al rescate temporal de la estación del valle del Aragón.

Bermúdez de Castro retomó la palabra para recordar que está lejos el medio millón de esquiadores de la temporada 2000-2001 y dijo que la estación anda necesitada de una puesta al día, pues tal y como se encuentra en la actualidad parece salida de la serie televisiva Cuéntame, que retrata la España de la Transición y años posteriores.

"Nos vimos obligados a intervenir porque, si no lo hacíamos, se nos caía el valle del Aragón", aseguró el consejero de Presidencia, que destacó la importancia de este centro invernal en la economía de la zona.