La defensa del exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril, pidió por activa y por pasiva que se anularan los correos electrónicos que ponían en un compromiso al exviceconsejero Escó. Sin embargo, tanto el juez instructor como la Audiencia Provincial de Zaragoza rechazaron esta petición. Los magistrados rechazaron la supuesta manipulación de estos correos que alegaban sus abogados, José María Gimeno del Busto y José María Pabán, quienes afirmaban que se habían eliminado algunas comunicaciones y que los investigadores no fueron quienes recogieron el ordenador, sino el actual gerente de Plaza y denunciante, Jesús Andreu. Los jueces aseguraron que el contenido de los mismos está siendo "corroborado por otros medios de investigación". Por su parte la Fiscalía Anticorrupción también valora esta prueba, señalando que "se han seguido todas las reglas procesales y constitucionales para posibilitar el derecho a la defensa, la intimidad y el secreto de las comunicaciones". Resaltan también que "es un elemento de fiabilidad el que estos correos no fueran ideados por García Becerril para hacerlos públicos y, así, hacer daño a la imagen de Escó, pues resulta obvio que el exgerente y su defensa han realizado cuantas actuaciones han creído oportunas para que los mensajes de dichos correos no fueran utilizados en el proceso". Además, consideran que están siendo confirmados con otras pruebas.