El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado hoy que el impuesto de sucesiones "no tiene que ver" con las decisiones que una determinada empresa adopte para invertir en un lugar u otro.

Lambán, quien ha recordado que es un impuesto de "origen liberal", ha reconocido, no obstante, que si por tener este impuesto "se produjeran impuestos indeseables, estaría dispuesto a corregirlo".

Será el día, ha dicho, "que en este país dejemos de estar instalados en el cinismo fiscal y haya una financiación justa", como ha expuesto el presidente de Aragón en una pregunta relativa a la mejora del sistema fiscal aragonés y en qué medida éste ha podido suponer una limitación a la llegada de empresas de la Comunidad de Cataluña a raíz de la declaración unilateral de independencia.

La pregunta ha sido formulada durante un almuerzo coloquio organizado por la consultora Deloitte y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), en la que han surgido otras cuestiones como la despoblación, la travesía central pirenaica (TCP), el gasto de las comarcas o el "adoctrinamiento" y "tergiversación" de hechos históricos, como el denunciado recientemente en Valencia.

Centrado en los impuestos, Lambán ha subrayado la importancia de encontrar un equilibrio "justo" entre la presión fiscal y la prestación de servicios sociales y en el caso del impuesto de sucesiones ha reprochado a las Comunidades de Andalucía y Extremadura que hayan tomado la decisión de incrementar las exenciones de forma "unilateral".

En este sentido, ha recordado que ambas comunidades se habían comprometido a esperar a una armonización de impuestos a nivel nacional.

"No entiendo que se me pidan más médicos y carreteras y a la vez que baje los impuestos", ha reconocido Lambán, quien ha insistido en que las Comunidades necesitan más dinero y que los impuestos que se paguen en toda España "sean los mismos".

No obstante, ha negado que las domiciliaciones sociales de las empresas a raíz de la crisis catalana en lugares como el País Vasco tengan que ver con el impuesto de sucesiones, al tiempo que ha asegurado que él lo que quiere es que "vengan ladrillos e inversiones reales".

"Jamás tendré la tentación carroñera de aprovechar los males de Cataluña" al advertir que si a esta región le va mal económicamente también repercutirá en Aragón, ha dicho.

La falta de una financiación adecuada es, a juicio de Lambán, lo que hace que una Comunidad con un territorio como el de Aragón sea "inviable" porque si no se aseguran oportunidades de empleo, de salud o de educación está "abocado al fracaso" y pone como ejemplo que el gasto por alumno en un centro rural triplica al de uno de la capital aragonesa.

Prestar servicios es "carísimo, inabordable", un 14 % por ciento superior a la media española, por lo que considera que una cuestión como la despoblación exige una solución "de Estado, de índole estratégica".

Lambán ha asegurado asimismo que no abandonan las aspiraciones a la Travesía Central Pirenaica, si bien, ante el "desinterés absoluto" del Gobierno de España, no solo del PP actual sino que ha citado también al de José Luis Rodríguez Zapatero, y a que en Bruselas "ni está ni se le espera" y "por puro sentido pragmático", es por lo que se ha apostado por proyectos realizables "a corto y medio plazo".

Preguntado por la alianza con Podemos en Aragón, un partido que se ha posicionado con las tesis independentistas catalanas, ha advertido que en esta Comunidad no ha habido "una sola declaración condescendiente con el separatismo", sino que de lo que se habla es de gasto social y políticas sociales.

"No hemos incurrido ni en radicalismo ni excentricidades. No hemos tenido más que apoyos", ha puntualizado Lambán, quien además ha precisado que la vinculación con Podemos es algo que empezó en junio de 2015 y que terminará con las elecciones de 2019 "y nadie sabe que ocurrirá después".

Por último se ha mostrado preocupado por "la semilla del secesionismo" que afecta a las escuelas y medios de comunicación catalanes, una de cuyas "semillas más perversas es la enseñanza pervertida de la historia" y es por lo que cree que el Estado "jamás debió renunciar a tener una férrea inspección educativa".

A este respecto, ha anunciado que la próxima vez que hable con su homólogo valenciano, Ximo Puig, "le pedirá que no transite por caminos que ya vemos donde nos conducen".

En la conferencia previa al coloquio, Lambán también ha hecho hincapié en la crisis de Cataluña y su apuesta por recuperar la normalidad y por una "aragonesización" de España, al tiempo que ha abogado por creer en este "gran país", con una de las Constituciones "más rica y pródiga en derechos y libertades del mundo" y con una historia, lengua y civilización de las que "podemos sentirnos orgullosos".