Ni la crisis, ni los recortes, ni la tan temida (por desproporcionada) subida del IVA. Nada ha podido este año con los festivales aragoneses que han visto como, en la mayoría de los casos, han atraído a más gente que en el año pasado o, por lo menos, han mantenido la afluencia obtenida en el 2012. Eso ha hecho que todos ellos hagan un balance "más que satisfactorio".

Es el caso de Pirineos sur, el gran buque insignia de los festivales aragoneses tanto en presupuesto como en atracción de público, cuyo director Luis Calvo lo tiene claro: "Entre los escenarios de Lanuza (de pago) y Sallent de Gállego (gratuito) hemos sumado un número de público similar al del año pasado (alrededor de 25.000) por lo que el balance es positivo". Bien es cierto que ha descendido un poco los espectadores en el auditorio de Lanuza, pero es algo coyuntural, achacable, según Calvo, "a que el año pasado tuvimos un concierto como el de Manu Chao que atrajo a 6.000 personas, que no es muy normal". Aún así, la edición de este año que se ha dedicado a la metrópolis ha tenido actuaciones "con mucha afluencia como el de Paco de Lucía o el de La pandilla voladora, con 3.500 personas; o el de Salif Keita, con 3.000". Y es que "no hay que olvidar que no estamos en Zaragoza, conlleva un desplazamiento y un esfuerzo por lo que hay que valorar mucho más estos datos".

VEINTISÉIS AÑOS DE VIDA

El Festival Puerta al Mediterráneo, que se celebra entre Mora de Rubielos y Rubielos de Mora, ha cumplido veintiséis años este verano y lo ha hecho con un incremento de espectadores de un 12%, alcanzando la cifra de 4.000 espectadores con una media de entre 200 y 300 personas dependiendo del espectáculo: "Hay muchos factores que influyen a la hora de atraer el público, sobre todo la programación y el día que lo haces", explica el director de la cita, Toño Monzón. Está claro que este año le ha salido cara al festival que, en un afán "por reinventarse una vez más", este año han mantenido el precio de las entradas. "La subida del IVA la han soportado directamente las compañías", reconoce Monzón, "aunque todos nos hemos ajustado a lo que hay con mucho esfuerzo y sacrificio". Eso supone, explica Monzón, que sean las compañías las que quieran venir al festival. "Se ha dado el caso que nos han llamado porque querían venir a pesar de que les hemos dicho que no podíamos, pero ellos han aceptado las condiciones porque ya habían estado otras veces y habían quedado muy contentos. Hay maneras de suplir el dinero", defiende Monzón.

Reinventarse también es algo que ha tenido que hacer Pirineos sur ante la disminución de ayudas externas (el Gobierno de Aragón hace ya varios años que decidió dejar de patrocinar los festivales): "Hemos tenido que conjugar diferentes fórmulas que han ido desde la cooperación con empresas culturales aragonesas hasta que varios artistas vinieran a taquilla", apunta Calvo que cree que casi veinte años después, Pirineos sur "ya tiene un público fijo lo que hace que seamos un festival estabilizado que ya tiene un nombre que hace que se venda casi solo".

Algo similar a lo que le sucede al Festival En el Camino de Santiago que, este año, ha vuelto a rozar el lleno, con una ocupación del 98%. "Es todo un éxito para un festival de música minoritaria, aunque es cierto que cuenta con un público especializado que incluso se desplaza desde distintos lugares para asistir a los conciertos", explica Luis Calvo, director también de esta cita, que tiene, como Pirineos sur, a la Diputación Principal de Huesca como principal sustento (y casi único).

El Festival Puerta al Mediterráneo ha contado este año con un presupuesto inicial de 50.000 apoyado en el "65% que aporta la taquilla", aunque, gracias a gracias a los ajustes, solo se han gastado 35.000.

Veruela Verano también ha firmado un buen año ya que si el año pasado atrajo a 4.500 personas, en este 2013 la cifra ha subido hasta 5.213. b vocal llevó al monasterio a 900 personas.

El Festival Castillo de Alcañiz es otro de los veteranos y, aunque la mala suerte se ha cebado este año con él ya que dos de los espectáculos (Julio César y el concierto de Dorian) se tuvieron que suspender por el mal tiempo, ha mantenido la afluencia ya que los tres que sí se celebraron acercaron hasta el anfiteatro a 1.100 personas.

Otra cita como el Clásicos en la Frontera también ha ganado público (6.100 por los 5.906 del 2012) así como el de Torreciudad. Por su parte, el festival del Vino del Somontano ha perdido este año 1.000 espectadores (8.000 por los 9.000 del año anterior, mientras que Lagatavajunto, que se ha trasladado en al cámping de Zaragoza, algo menos (2.000 por los 2.800 del 2012). En el capítulo de nuevas incorporaciones hay que señalar el de la Fruta Dulce de Fraga cuyo éxito de la primera edición ha hecho que ya se haya anunciado su continuidad.