Por suerte, hoy ya rueda el balón. El final de la huelga de futbolistas, que ya aplazó la primera jornada, lo ha posibilitado y el comienzo de la Liga pone los focos sobre el terreno de juego, aunque sean muchos los problemas del fútbol español: impagos a jugadores, crisis económica, canon a las radios... Para el Zaragoza llega la hora de su bautismo en este curso tras no hacerlo ante el Levante en la primera jornada y enfrente estará el todopoderoso Real Madrid de Mourinho. Es un partido grande, que ayer se confirmó que se iba a dar por televisión (Canal +), pese al conflicto entre el club y Mediapro, y al que el equipo que dirige Javier Aguirre llega con toda la provisionalidad del mundo, con bajas y con el deseo de intentar sorprender a un rival enorme.

La derrota entra en lo previsible, porque la distancia entre los dos conjuntos es sideral, y como tal se aceptará, aunque es verdad que la teoría dice que es mejor coger ahora al Madrid y no al final de Liga. Sin embargo, el zaragocismo, más aún en este club convulso y tan poco transparente que dirige Agapito Iglesias, se aferra a que su equipo, con lo que tiene, que no es mucho, presente credenciales y se muestre con alma para una batalla desigual en la que todo lo que sea sumar y, más aún ganar, supondría un alegrón de proporciones enormes.

JUAN CARLOS Y MICAEL Para este Zaragoza envuelto en la Ley Concursal y fuente de noticias y conflictos se alza el telón del fútbol, lo que sin duda agradecerá el aficionado, que contempla desde hace tiempo como los problemas se acumulan y, con ellos, el grado de desconcierto aumenta. Ayer sumó un nuevo capítulo con las bajas por culpa del tránsfer de Ruben Micael, aunque su incorporación al equipo ha sido reciente y, sobre todo, de Juan Carlos, fichado por el club a principios de julio. Ya se sabía que Jorge Mendes, el socio de la historia reciente de Agapito, tuvo todo que ver en la llegada de ambos. En el caso del extremo del Real Madrid, el fichaje, establecido en 2,5 millones, fue por medio del fondo inversor, pero se conoció ayer que su documentación tenía que llegar del Sporting de Braga. Y el viernes no lo hizo, como tampoco el Oporto envió la de Micael.

Aguirre tuvo que convocar de urgencia a Kevin y a Joel Valencia y dar forma a una lista donde hay tres canteranos --también está Ortí--, pero no se encuentran Laguardia, Doblas y Obradovic, con sus invitaciones expresas para salir en la mano. Y Lafita y Uche, hoy titulares, pueden jugar su último partido en el Zaragoza antes del final del cierre del mercado el 31 de agosto, donde se esperan al menos dos fichajes. Sí, la provisionalidad a cuatro días del cierre de un mercado de verano donde la revolución ha sido ya enorme, con diez fichajes y doce bajas. El equipo se parece poco al que logró la permanencia en el Ciudad de Valencia, pero aún falta por hacer. La alianza con Jorge Mendes tampoco ha evitado esa provisionalidad. Quizá hasta la ha aumentado.

PROVISIONALIDAD Con un ejército aún por cerrar y en el que tampoco estarán hoy Braulio, sancionado, y Mateos, por su contrato de cesión, espera el Zaragoza al Real Madrid. La Romareda no se llenará, porque las fechas veraniegas influyen negativamente, pero el ambiente será el de las grandes tardes. Ha habido tímidas colas en taquillas estos días y hay ganas de fútbol y de balón, además de ver en acción a los nuevos. Zuculini, Juárez, Abraham y Meira serán titulares, aunque el central portugués llega algo justo y eso da alguna opción a Lanzaro. Barrera va a debutar, ya se verá si de inicio, y regresa el meta Roberto, todo un aval para la afición. Aguirre medita recomponer el centro del campo con un trivote, donde Abraham sería la sorpresa, y no jugar con tres centrales atrás, su plan inicial. Aun así, no se puede olvidar que al Vasco le gusta guardarse alguna carta en la manga y más en los partidos ante los grandes.

Con esos mimbres espera el Zaragoza al Madrid. Ese equipo y el club blanco están entregados al dogma de Mourinho y también de Jorge Mendes, por lo que la sombra del agente portugués será hoy alargada. Es representante de Mou y de un buen número de futbolistas blancos. Entre ellos está Cristiano Ronaldo, la gran amenaza siempre y Coentrao, que volverá a La Romareda por la puerta grande después de que no se le permitiera ofrecer su fútbol en el Municipal. Además, Casillas retornará al once tras su extraña suplencia en el Trofeo Bernabéu. Del Madrid hay que temer todo, especialmente a un Benzema en racha, pero también a Di María, Özil, Xabi Alonso, Higuaín... Y Cristiano claro, un devorador en ataque. El conjunto blanco llega herido tras la Supercopa y el Zaragoza lo espera a medio construir y envuelto, como siempre, en problemas.