"Si es algo muy bonito para mí, es algo especial", afirma Javier Aguirre cuando se le pregunta por su pasado como entrenador de Osasuna y sobre sus sentimientos cuando visita el estadio del equipo navarro. "Tengo muchos amigos allí, muchísimos diría yo. Fueron cuatro años muy buenos en Pamplona y Osasuna fue el equipo que me abrió la puerta para entrenar en la Liga española", comentó el técnico mexicano, aunque añadió: "Ahora estoy feliz en Zaragoza, donde el mes que viene cumpliré un año, y me debo a este club. Por eso, aunque sea otro tópico, durante los 90 minutos no conozco a nadie y querré conseguir la victoria".

Además, Aguirre dio también su opinión sobre la rivalidad que existe entre Osasuna y el Real Zaragoza y que, bajo su punto de vista, parece que es bastante artificial. "Son partidos duros, fuertes, en los que por razones que desconozco ha habido una rivalidad en los últimos diez u once años bastante absurda, por lo menos a mi juicio. Siendo vecinos, somos equipos de la misma Liga y con objetivos parecidos. En ese sentido, los dos nos dedicamos a trabajar y a pelear, pero nada más", dijo el preparador.

SEMANA TRANQUILA Javier Aguirre, por otra parte, quiso destacar con una sonrisa en la boca que el Real Zaragoza había vivido "una semana tranquila" en el apartado institucional. "Justo estaba hablando esta mañana (por ayer) de ese asunto. La verdad es que está todo tranquilo, aunque sea un poco extraño. Siempre es bueno hablar solo de fútbol y del Real Zaragoza", comentó el entrenador mexicano.