En su propio perfil de Twitter, Guti se define a sí mismo. Y escribe. Apasionado de la música, de la gente de verdad y transparente. Así, como ha sido siempre, se mostró de nuevo ayer: claro y cristalino. A las 19.25 horas, el exjugador del Real Madrid, por el que suspira Agapito Iglesias como poderoso golpe de efecto en el mercado de invierno, lo escribió en su cuenta particular con la nitidez y la transparencia de la que se declara entusiasta. "Es cierto que el Zaragoza se puso en contacto conmigo pero por ahora no hay nada". De este modo, el exfutbolista del Real Madrid reconocía públicamente la negociación que el club aragonés abrió con él hace más de dos semanas y que este diario desveló en su edición de ayer.

Guti, de 35 años y en paro desde que abandonó el Besiktas turco, dejó de esta manera una puerta abierta a su posible regreso a la Liga española. Sin embargo, no será sencillo que esa posibilidad se concrete definitivamente. Agapito Iglesias lleva más de quince días trabajando en esa dirección e intentando convencer al futbolista y a sus agentes para que se incorpore al Real Zaragoza, pero Guti maneja fundamentalmente otra propuesta muy sólida y firme. El Al-Ahli de Dubai está muy bien posicionado para lograr la contratación del genial jugador.

Desde su salida del Besiktas, su único destino futbolístico hasta ahora además del Real Madrid, Guti siempre ha manifestado un gran interés por vivir alguna experiencia exótica en el fútbol chino o de Dubai, en Oriente Medio. El Al-Ahli --los caballeros rojos, como se les conoce en la Liga de aquel país-- está actualmente dirigido por Quique Sánchez Flores, extécnico del Atlético de Madrid, y ese es un factor influyente en las negociaciones, aunque Quique también es el entrenador mejor colocado para sustituir a Marcelino García Toral en el caso de que el Sevilla apueste por un relevo en el banquillo.

Guti ha sido internacional en 13 ocasiones y vistió la camiseta del Real Madrid desde 1995 hasta el 2010. Jugó 542 partidos oficiales y marcó 77 goles. Su palmarés es brillante: tres Ligas de Campeones y cinco Ligas. Siempre ha sido un futbolista genial, diferente y tremendamente peculiar, capaz de alcanzar cotas futbolísticas únicas a caer en una irregularidad y una inconstancia igual de altas. Guti ha sido también un rebelde. La llegada de José Mourinho al banquillo del Real Madrid supuso su salida del conjunto blanco.

En el Besiktas sus emolumentos por temporada ascendían a 2,5 millones de euros. Si su llegada al Real Zaragoza se produjera, obviamente su sueldo sería sensiblemente menor. A sus 35 años y antes de decidirse finalmente por la retirada, José María Gutiérrez busca todavía una última experiencia. "Me apetece mucho irme a vivir a Asia y conocer nuevas culturas. En Shanghai serían diez meses y en Dubai solo cinco y me apetece más pasar el verano con los niños", explicó el mediapunta recientemente.

Cuando decida finalmente colgar las botas, Guti tiene pensado seguir ligado al mundo del fútbol en alguna de sus facetas, o bien como entrenador o bien en otra actividad. Desde su llegada a la propiedad del Real Zaragoza en el 2006, Agapito Iglesias siempre se ha caracterizado por intentar dar algún golpe de efecto con fichajes de renombre. Lo hizo, por ejemplo, con Pablo Aimar o Fabián Ayala y, luego, tras el descenso a Segunda, con la contratación de Marcelino.