Lo primero que quiero hacer es pedirle disculpas a la afición", afirmó ayer Manolo Jiménez tras la derrota sufrida en el estadio de La Romareda por el Real Zaragoza ante el Rayo Vallecano. Luego añadió: "Todos coincidíamos en que era muy difícil y a partir de hoy es todavía muchísimo más difícil. Para mí que buscó soluciones y argumentos debajo del pesimismo me cuesta justificar algo, pero la realidad es que parece que los partidos acaban a partir del minuto 60 para nosotros. Da la impresión de que jugamos con plomo en la botas y que tenemos miedo a ganar a pesar de ponernos por delante en el marcador. Es incomprensible".

Pese a todo, Jiménez aseguró que "ni el equipo está muerto ni estamos en Segunda División, de eso no puede haber ninguna duda" y dijo que no se plantea la posibilidad de abandonar la nave. "Yo siempre buscó soluciones y a partir de mañana me pondré las pilas y seguiré peleando en esta guerra. Voy a tener la dignidad de pelear en cada minuto que siga al frente del Zaragoza como si me fuera la vida en ello. Eso lo saben los que me conocen. Yo nunca abandono, pero está claro que he venido aquí para sumar y si veo que no puedo hacerlo no voy a ser una lastre para nadie, pero para nada he pensado abandonar en estos momentos", puntualizó el técnico andaluz.

DIGNIDAD Y HONOR "Por mucho que podamos darle vueltas a la situación lo único que queda es tener la dignidad y la cara alta por el honor de nuestra afición. Tenemos que seguir peleando hasta el final y no dar ahora nada por perdido", comentó también Manolo Jiménez, quien reconoció que "el vestuario se encuentra hundido, pero eso normal. A los jugadores les pesa la responsabilidad, pero son ellos y el cuerpo técnico los que debemos sacar esto adelante. No queda otra cosa".

El preparador andaluz insistió finalmente en que el equipo no puede venirse abajo en las segundas partes de los partidos si quiere salir adelante. "Nos hace falta jugar sin miedo a perder. Ahora parecemos hasta cansados y hay que saber que los partidos duran 60 minutos. Se puede jugar mejor o peor. Psicológicamente el equipo está muy tocado", dijo Manolo Jiménez.