Hubo un tiempo muy lejano en la Liga en el que el Real Zaragoza derrotó durante cuatro temporadas consecutivas al Barça en La Romareda, su mejor racha como local contra los azulgrana, quienes de 1956 a 1966 jamás se impusieron en el Municipal con Yarza de titular en cinco oportunidades. En la gestación y confirmación de Los Magníficos, entre 1962 y 1965, el conjunto aragonés derrotó a los catalanes una vez tras otra, sumando de por medio títulos y finales. Y un juego primoroso. "El mejor que jamás he visto", dijo en una ocasión José Ángel Iríbar, exportero y leyenda del Athletic.

Aquel Real Zaragoza no es ni pariente del actual, que lleva cuatro encuentros seguidos perdiendo en su feudo en las visitas de los culés. Este Barça guarda algún gen de Kocsis, Pereda, Garay, Fusté, Sadurní, Ré..., pero ahora la distancia entre ambos clubs es sideral. Messi se ha convertido en señor feudal de La Romareda, con siete goles en esas cuatro últimas participaciones, y el Barça es el mejor equipo del mundo. En la década de los sesenta, el crack respondía al nombre de Carlos Lapetra, presente en todas las alineaciones, al igual que Severino Reija, de esos triunfos en la época dorada del zaragocismo con representantes en la selección campeona de Europa y en dos Mundiales.

El rosario de triunfos comenzó con un 3-2, una remontada épica en los últimos minutos. Yarza, Reija, Cortizo, Pepín, González, Isasi, Seminario, Murillo, Miguel Fife, Duca y Lapetra fueron los elegidos por César para jugar en esa cita. Después se sucedieron un 2-1 y un par de 2-0. Goleaban Murillo (4), una auténtica pesadilla para el Barça, Seminario, Villa, Marcelino y Endériz. La Romareda, entonces sí, era un fortín y la afición disfrutaba de un fútbol para el que se agotaban los elogios propios y ajenos. De la zurda de Lapetra a la zurda de Messi. Hubo un tiempo muy lejano.