El Ejecutivo se ha autoimpuesto una urgencia para presentar estas reformas (finales de año) pese a que Bruselas no ha hecho ninguna sugerencia en este sentido y en su día alabó la reforma socialista. En el documento de recomendación del Consejo Europeo (CE) del pasado 10 de julio se señala que la reforma del 2011 "representa un paso significativo a favor de la sostenibilidad a largo plazo de la hacienda pública". Sin embargo, advierte de que el peligro para el sistema viene por la intensidad de la crisis y sus efectos negativos sobre el empleo, no tanto por el envejecimiento de la población. "El deterioro de las perspectivas de la economía española está limitando los efectos de la reforma sobre la previsión de gastos públicos que se derivarían del envejecimiento de la población", dice, y recuerda que faltan medidas estratégicas para crear empleo en el próximo bienio. Alguno expertos se quejan de que en España se tarda mucho en informar al trabajador de la cuantía de su futura pensión y el Gobierno quiere agilizar los trámites el año que viene.