Unos 15.000 egipcios desfilaron ayer por el centro de El Cairo para protestar contra el régimen del presidente Hosni Mubarak, convocados a través de diversos foros en internet. El Ministerio del Interior advirtió de que respondería con firmeza a todo intento de "violar la ley" y la policía llegó a forcejear con los manifestantes y a emplear gases lacrimógenos. La convocatoria fue considerada un éxito, ya que normalmente las marchas opositoras en Egipto congregan solo a unos pocos cientos de personas descontentas. "Abajo, abajo Mubarak", coreaban los manifestantes, mientras desfilaban por una céntrica arteria de la capital.

El Cairo y sus alrededores forman una gigantesca megalópolis de casi 20 millones de habitantes. Pese a las dimensiones de la ciudad, las protestas opositoras solo congregan a unos pocos cientos de personas. Ayer, sin embargo, fueron varios miles de personas los que respondieron a la llamada en el ciberespacio. A los convocantes se adhirieron los Hermanos Musulmanes, movimiento islamista tolerado por el régimen de Mubarak pero con una capacidad limitada.

En otras ciudades, como Suez, Ismailia o Alejandría, cientos de egipcios acudieron a la llamada de los opositores por internet. En el norte de la península del Sinaí, varios testigos aseguraron que los manifestantes incendiaron neumáticos y bloquearon una carretera costera hacia Rafá, fronteriza con Gaza. "¿Donde está la libertad?", coreaban los manifestantes en la ciudad de Ismailia. "Gamal, dile a tu padre que los egipcios te odian", también coreaban los manifestantes, en referencia al hijo de Hosni Mubarak, posible sucesor.

"Ya es suficiente; queremos cambio; ya hemos tenido bastante; no queremos que el poder se pueda heredar, esto es un estado, no un reino", gritaba Ahmed Wagdy, un estudiante de medicina en El Cairo.

TÚNEZ Mientras, centenares de jóvenes se enfrentaron en el centro de Túnez a los participantes en una marcha de apoyo al Gobierno de unidad nacional, en lo que se convirtió en el primer cara a cara entre partidarios y adversarios del Ejecutivo de transición. Los opositores lograron disolver violentamente la manifestación. Ante la presión de la calle, el Gobierno tunecino de transición anunció que se disponía a hacer cambios en su composición.