El Bushmaster semiautomático es el fusil de asalto más vendido de Estados Unidos, el modelo comercial similar al M-16 que suelen empuñar las tropas estadounidenses en Afganistán, una potente máquina capaz de hacer volar las balas a más de 900 metros por segundo, la misma con que dos francotiradores aterrorizaron Washington con sus disparos indiscriminados en el 2002.

Se puede comprar por algo menos de 800 euros en EEUU. Y es el arma de un arsenal que incluía al menos otras dos pistolas semiautomáticas con que Adam Lanza disparó a la mayoría de sus 26 víctimas el viernes por la mañana en la escuela elemental Sandy Hook.

El joven de 20 años fue una máquina de matar y tenía las herramientas más adecuadas para hacerlo. Sus múltiples cargadores eran todos de alta capacidad y sus balas, pese a ser de calibre bajo, eran de las denominadas "supersónicas", mucho más destructivas una vez que alcanzan a alguien. A juicio de ciudadanos como Josep Arno, un catalán afincado en Connecticut, "no tiene ninguna lógica conseguir armas de tanto calibre".