Los altos índices y el notable incremento de la obesidad infantil en menores está comenzando a llevar al quirófanos a adolescentes que no han alcanzado la mayoría de edad. De hecho, en Aragón ya se llevan a cabo operaciones de reducción de estómago en este colectivo, aunque en la sanidad privada, ya que, según confirmaron fuentes del Departamento de Sanidad a este diario, en la pública existe la normativa de practicar esta cirugía solo a mayores de 18 años.

Las contadas intervenciones ya realizadas, eso sí, responden a casos especialmente seleccionados de chavales cuya masa corporal --resultado de dividir el peso en kilos entre la altura al cuadrado en metros-- era superior a 45, cuando la obesidad mórbida está considerada a partir de 40 y cuyas posibilidades de adelgazamiento a través de un nutricionista eran prácticamente inexistentes. En estos casos, la obesidad mórbida supondría un riesgo mayor que la propia intervención quirúrgica.

ESPERAR A LOS 18 Porque el proceso habitual en los hospitales aragoneses que desarrollan este tipo de cirugía, incluida en la Seguridad Social, es que se sigue en estos casos lleva al médico especialista a poner al menor en manos de un nutricionista para rebajar algunos kilos hasta que el afectado alcance los 18 años, cuando está establecido que se le puede intervenir quirúrgicamente.

Pero los propios profesionales asumen la alarmante progresión en la incidencia de la obesidad mórbida infantil provocará que este tipo de operaciones sean cada vez más numerosas en centros privados porque, en muchos casos, son niños que se encuentran cada vez peor, no pueden adelgazar y su estado de salud es preocupante --incluso en algunos casos con diabetes--. "Asumimos que esto va a ir a más y que las operaciones se multiplicarán dentro de poco tiempo debido a los elevados índices de obesidad y sobrepeso infantil que invaden la sociedad", aseguraba un facultativo.

Además, fuentes sanitarias especializadas apelan a una recuperación "muy satisfactoria" en estos menores que ya han pasado por el quirófano, aunque los expertos advierten de la necesidad de seleccionar muy bien los casos y, desde luego, no intervenir nunca antes de los 14 años y apostar por la educación en los hábitos alimenticios más adecuados.

Y es que la obesidad infantil se ha duplicado en Aragón y el sobrepeso casi se ha triplicado en los últimos veinte años, alcanzando a las comunidades autónomas con mayor incidencia, como Canarias y Andalucía. Los bajos niveles de educación física y la escasa actividad deportiva de los niños aragoneses son, además de otras cuestiones nutricionales, parte responsable de esta situación, según varios estudios de la Universidad de Zaragoza coordinados por el grupo Genud (Growth, Exercise, Nutrition and Development)

En estas investigaciones, elaboradas a partir de un amplio estudio en 1.068 escolares aragoneses de entre 6 y 17 años, se ha puesto de manifiesto que la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue de 31% y 6% respectivamente en escolares de primaria. Además, se ha llegado a la conclusión de que el 20% de los adolescentes aragoneses (21% de chicas y 19% de chicos) tiene un nivel de condición aeróbica y cardiorrespiratoria por debajo de lo saludable, lo que supone un incremento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.

La conclusión advierte de que si no se modifica la tendencia de sobrepeso y deficiente condición física de los escolares se está construyendo una población adulta con un pronóstico desfavorable de salud.