La actualidad del Real Zaragoza

La pizarra de Natxo González. Punto y seguido

Empate muy merecido ante el líder en un partido en el que el Zaragoza fue un equipo muy compacto y fiable tanto en juego como en acciones a balón parado

Iván Azón busca un balón de cabeza ante Sergio en Butarque.

Iván Azón busca un balón de cabeza ante Sergio en Butarque. / CARLOS GIL-ROIG

Natxo González

En su visita al líder, el Real Zaragoza de Víctor Fernández, optó por dar continuidad a la estructura utilizada en Huesca y que tan buen resultado le dio. Con respecto al once, dos cambios obligados; Jair sustituyó a Mouriño (sancionado) para acompañar a Lluis y Francés en el centro de la defensa, y Zedadka a Lecoueche (lesionado) para ocupar el carril izquierdo con Gámez en el derecho. El centro del campo repitió triángulo con Aguado, Moya y Mesa, manteniendo en la punta de ataque a Liso e Iván Azón. Fue llamativa la puesta en escena del Real Zaragoza, consiguiendo tener la iniciativa del juego con un 65% de posesión en los primeros veinte minutos, ante un equipo líder, que se está jugando los puestos de ascenso directo y con los mejores números defensivos (21 goles en contra hasta el sábado) de la categoría.

El Leganés defendió con un 1-5-4-1/1-5-2-3, sin una presión alta, y esto permitió a los de Víctor Fernández iniciar bien el juego con los tres centrales, conectando bien con los tres jugadores del medio campo. A partir de aquí le costó encontrar profundidad y por lo tanto generar ocasiones, excepto un remate de Azón de cabeza en los primeros minutos. Faltó, desde mi punto de vista, desequilibrio en duelos uno contra uno (Liso era el único que lo intentaba) y atraer más a sus carrileros en vez de hundirlos, para tener más espacio y atacar su espalda bien con los dos delanteros (jugaron demasiado juntos) o bien atacando desde segunda línea con interiores.

Fantástica reacción

En el segundo tiempo, a raíz del gol en contra, el Zaragoza se encontró a un rival todavía más replegado. Su reacción me pareció fantástica interpretando muy bien que por fuera era muy difícil profundizar, además de que el Leganés era superior en los centros laterales, y que por lo tanto la superioridad la podían encontrar por dentro con un 3 para 2 (triángulo Grau-Moya-Mesa contra dos pivotes). Y la encontraron. De ahí que las ocasiones del Real Zaragoza y el penalti se produjeran por la zona central, con lanzamientos desde el borde de área.

Defensivamente aunque volvió a encajar, fue un equipo muy compacto y fiable tanto con el balón en juego como en acciones a pelota parada. Recibió gol en el único remate a portería después de un centro lateral (punto de mejora). Empate muy merecido en el campo del líder, que da continuidad a una apuesta que comenzó la semana anterior y que le ha permitido sacar cuatro puntos decisivos de seis posibles. A seguir!!!!