Real Zaragoza

El Real Zaragoza lleva un mes a remolque

El rival se ha adelantado en el marcador en los cinco últimos encuentros disputados y en seis de los ocho dirigidos por Víctor Fernández

En la mitad de ellos, el equipo, que ganó el único partido en que marcó primero, se vio abocado a la derrota, aunque en Huesca acabó con una racha de 15 meses sin remontar

Liso, con gesto contrariado, a la conclusión del partido del pasado domingo ante el Burgos.

Liso, con gesto contrariado, a la conclusión del partido del pasado domingo ante el Burgos. / JAIME GALINDO

Jorge Oto

Jorge Oto

A la cantidad de problemas y carencias del Real Zaragoza se suma su empeño en jugar los partidos cuesta arriba. Y es que el equipo aragonés insiste en el más difícil todavía y en permitir al rival adelantarse en el marcador, un aspecto que suele ser determinante en una categoría en la que las remontadas no abundan.

Cinco encuentros consecutivos acumula ya el Zaragoza jugando a remolque, una rémora de la que no consigue despegarse un equipo que solo ha sido capaz de adelantarse en el marcador en una ocasión desde que Víctor tomó las riendas. Fue ante el Tenerife y el cuadro aragonés acabó ganando ese partido (3-1) para dejar clara la relevancia de dar primero. En seis de los otros siete encuentros dirigidos por el técnico aragonés, el Zaragoza fue el que recibió el primer golpe (ante el Mirandés el partido acabó sin goles), lo que le obligó a nadar contra corriente para añadir aún más complejidad a una situación ya de por sí envuelta en dificultad.

El Espanyol (0-1) fue el primero. El tanto de Puado, apenas comenzado el duelo, frustró el estreno de Víctor y fue suficiente para acabar con un Zaragoza incapaz de remontar un marcador adverso desde hace 15 meses, una racha que acabaría después en Huesca. 

Tras el empate a cero en Anduva y la victoria frente al Tenerife, el Zaragoza no ha dejado de recibir sopapos que le han obligado a afrontar el resto de los combates en desventaja. Brugué, también en los primeros compases del choque, hurgó en la herida en Valencia ante el Levante (2-1). Moya empataría después pero Dela acabaría decidiendo la contienda al final con un golazo.

Después fue el Elche el que marcó primero (Gaspar al comienzo de la segunda mitad) a un Zaragoza que lograría empatar después por mediación de Azón (1-1) una semana antes de firmar la única remontada completa en mucho tiempo. Liso y Mesa levantaron el enésimo tanto recibido al comienzo de un partido (Loureiro en el 19) para firmar una victoria con sabor a una salvación que parecía segura cuando Mesa empató en el descuento en Leganés (1-1) después de que Miguel de la Fuente hubiera, de nuevo, obligado al Zaragoza a levantarse tras un tanto del oponente. 

Pero, el pasado domingo, el Burgos volvió a explotar la incapacidad de los aragoneses para dar primero. Joni, antes de la media hora de juego, puso por delante a los de Bolo y, a pesar de que Grau empató justo antes del descanso, el Zaragoza, lejos de completar la remontada, encajó dos goles más para dejar claro que todo es mucho más difícil a remolque.

Una tendencia sostenida

De hecho, la tendencia se mantiene desde hace tiempo. Antes de acabar en Huesca con esa eternidad sin remontar, el Zaragoza acumulaba 23 encuentros (16 de la actual campaña y 7 de la anterior) sin levantar un marcador adverso desde que lo hiciera por última vez en enero de 2023 en el campo del Villarreal (2-3).

Además, el hecho de encajar primero casi siempre había acarreado la derrota ya que en solo seis de esos 23 duelos, se logró, al menos, el empate. En los 17 restantes, el Zaragoza siempre se marchó de vacío para incidir en sus enormes dificultades para volver al combate después de besar la lona. Víctor consiguió dotar a su equipo de la personalidad suficiente como para acabar con ese complejo de inferioridad que convertía cada marcador en contra en un escollo insalvable. Sin embargo, el Burgos, penúltimo peor visitante de Segunda, devolvió las dudas a un equipo ya de por sí inseguro de sí mismo. 

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