Zaragoza es, desde abril, una de las ocho ciudades españolas que cuentan con un supermercado Supersano (Coso, 80). Esta cadena nacional de tiendas de autoservicio con más de 3.000 referencias de productos ecológicos aterrizó en la capital aragonesa porque, tras hacer varios estudios, sus creadores vieron que había "una demanda importante" de este tipo de género.

La idea partió de Jesús Sánchez, un murciano comprometido desde muy joven con la ecología y la vida sostenible. En el 2009, con la misión de extender esta cultura, abrió el primer Supersano en Alicante. En el 2010, vendió por valor de 300.000 euros; este año rondará los 700.000. La compañía prevé que la facturación global supere los 3,2 millones de euros.

La estrategia comercial de esta empresa familiar se centra en una tarjeta descuento --que proporciona un ahorro de entre el 10% y el 25%-- "porque lo que suele frenar a la gente para comprar ecológico es el precio", y en "una rápida expansión de tiendas buscando una economía de escala que permita igualar, en el futuro, el precio de los productos ecológicos al de los convencionales", explica Susana Sánchez, responsable de atención al cliente y de personal de Supersano.

"Nuestro modelo --añade-- responde a la creciente preocupación de los consumidores por la salud, la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente en la producción de alimentos". Así, el perfil de cliente es de lo más variado: jóvenes, madres que cambiaron su alimentación a raíz del embarazo, personas mayores que quieren recuperar los sabores de su infancia... "En tiempos de crisis la gente se replantea su vida personal y profesional, y se da cuenta de que se puede mejorar", concluye Sánchez.