La falta de una "apuesta decidida" por la producción ecológica es la culpable de que Aragón no haya dejado de perder superficie de este tipo de cultivos en la última década. Así lo considera el sector, que ha visto cómo las hectáreas se han reducido paulatinamente, aunque de manera notable, desde el año 2004: entonces había casi 76.500 hectáreas, lo que suponía el 10,43% de la superficie ecológica nacional, frente a las apenas 59.000 registradas en el 2013 (último dato disponible), el 3,67%. Así, según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, la comunidad atesora actualmente el nivel más bajo desde el 2003.

El presidente del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica (CAAE), José Miguel Sanz, tiene muy claro que este declive se debe a la falta de apoyo por parte de la administración aragonesa. "Ningún gobierno ha creído en el sector, al contrario que en otras comunidades. Los agricultores buscan su viabilidad y por eso han optado por lo convencional", argumenta. Sin embargo, Sanz encuentra la parte positiva a esta tendencia. "Los que permanecen en el sector se quedan por convicción, no por las ayudas que puedan recibir, y eso da mucha satisfacción", afirma.

ETAPA DE ESPERANZA

Sanz cree que la travesía por el desierto puede estar llegando a su fin con la llegada del nuevo consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona. "Él considera que Aragón tiene que aportar por la agricultura ecológica porque Europa así lo dice. Es honrado, tiene conocimientos y un buen equipo. Si lo dejan hacer y consigue presupuesto, hará una buena labor", confía el propietario de Biosanz.

El cultivo ecológico más abundante en Aragón es el cereal, seguido del olivar, el almendro y la vid. Por contra, las grandes producciones de frutas y hortalizas aún son poco habituales. La mayoría tiene como destino el extranjero, sobre todo el trigo duro, aunque Sanz resalta que dos industrias aragonesas, Pastas Romero y Harineras Villamayor, son capaces de transformar todo el grano producido en la comunidad, aportando valor añadido. "Falta producto en el mercado nacional porque Europa lo está absorbiendo, pero poco a poco esto cambiará", augura.

En la misma línea, Los vendedores finales de producto ecológico coinciden en que las debilidades del sector residen en los todavía bajos volúmenes de producción y la escasez de transformadores. "En España hay mucha materia prima pero poco procesador", señala Jesús Bayego, propietario del supermercado zaragozano La Natural, al que suministran 170 proveedores, la mayoría aragoneses. En su opinión, "es importante que crezca el consumo para que la producción se abarate", y reconoce que "cada vez hay más productores porque hay más demanda".

Por contra, Sanz destaca que los costes de producción en ecológico "siempre serán más altos porque dependen mucho de la mano de obra". Y ejemplifica: "En una explotación de manzanos de nueve hectáreas hemos estado 16 personas un mes haciendo el aclareo. Si hubiera sido convencional, en dos días se aplica un tratamiento químico".

Otro indicador relevante es la actividad del sector en Mercazaragoza. Actualmente no hay movimiento de producto ecológico en el mercado de frutas y hortalizas, según fuentes del mercado de abastos. Aunque sí cuenta con un matadero homologado para vacuno y ovino, el volumen en el primer sector ganadero "todavía no es significativo", mientras que "el de cordero comienza a serlo". Así, en el 2014 se sacrificaron 3.136 corderos ecológicos y en lo que va de año la cifra está ya en 2.406 cabezas. Cabe destacar que Gardeniers --proyecto de Atades que emplea a personas con discapacidad intelectual-- está acondicionando una planta de conservas en Mercazaragoza para alargar la vida de sus producciones ecológicas.