El fiscal y la acusación particular pidieron ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza que Saúl Plana Gracia, condenado a ocho años de cárcel por extorsionar y torturar a una amiga, sea encarcelado de forma provisional hasta que el fallo sea definitivo. Ambas acusaciones consideran que, por lo elevado de la pena, existe «riesgo de fuga», y aludieron también a que una de sus presuntas cómplices, Jessica V. V., fuese detenida en el aeropuerto madrileño de Barajas cuando intentaba darse a la fuga. La joven, exnovia suya, está de hecho pendiente de ser juzgada por los mismos hechos, tras su detención.

La defensa de Plana, por contra, no cree que exista tal riesgo de fuga. Entre otras cosas porque tiene arraigo y medios de subsistencia (cobra el paro) y la guarda y custodia de uno de sus tres hijos, sin tener nadie con quien dejarlo si ingresa en prisión. Los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza decidirán ahora si procede enviarlo a la cárcel hasta que la sentencia, que está recurrida, adquiera firmeza.

Plana fue juzgado, junto con otra de sus exnovias (absuelta), por extorsionar a otra joven de Sabiñánigo de la que era amigo.Desde el 2010, comenzó a pedir a la víctima diversas cantidades de dinero alegando que estos pagos eran consecuencia de un supuesto error que cometió la mujer al filtrar a una supuesta banda latina que el acusado y otra mujer mantenían una relación sentimental. Algo que la banda latina prohibía. Llegó a soncacarle 40.000 euros y en una ocasión la torturó, aplicándole hierros candentes en las extremidades.