El equipo de Gobierno de Alfajarín ha solicitado a los padres con hijos adolescentes que vigilen sus actos, sobre todo los fines de semana, después de que se hayan detectado en el municipio diversas actos vandálicas: contenedores y vallas volcados, pintadas en paredes y daños en bancos y en el mobiliario urbano.

Una de las gamberradas que más ha preocupado al consistorio, por el riesgo y la molestia que implica, ha sido la apertura de varias cajas de la electricidad en distintos puntos de la localidad, como en la zona del puente de la autovía, el pabellón cultural o la báscula.

Precisamente, en referencia a estos últimas actuaciones, el alcalde de la localidad, Santos Miguel, explicó que en diciembre el municipio se ha quedado dos veces ya sin luz, una a principios del mes, afectando a la llamada carretera de la Huerta, y otra a mediados, cuando se quedó sin suministro eléctrico al entorno de la Portaza y el Barranco. Estos hechos, según el edil, "han causado numerosos trastornos a los vecinos y daños económicos a las arcas municipales, porque ha sido necesario cambiar las cerraduras de las cajas".

Además, el alcalde quiere concienciar a los que realizan este tipo de actos del peligro que entrañan, ya que "juegan con corriente eléctrica de gran potencia que puede causarles incluso la muerte", apunta.

DENUNCIAS REALIZADAS Estos hechos ya han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que, según el alcalde, "está haciendo un seguimiento para intentar capturar a los autores, ya que existen sospechas sobre su identidad".

Otra de las "fechorías" de este grupo vandálico ha sido lanzar petardos hace unos días en el centro de salud de Alfajarín, un hecho "por el que se tuvo que avisar a la Benemérita".

Hace unos días se encontró también una farola rota y varios kilos de basura --principalmente botellas de cerveza-- cerca del centro cultural, una zona que frecuentemente visitan las personas mayores del municipio. "Tuvimos que reponer la farola, recoger la basura y repintar las paredes. Esto hay que erradicarlo", concluye Santos Miguel.

Estos casos de vandalismo no son los únicos que se ha registrado en Alfajarín. Durante el verano pasado, el consistorio tuvo que volver a pintar los monolitos del Vía Crucis del camino de subida al castillo, cerrar la gruta de la Grallera, porque los coches se metían dentro y era peligroso, así como reponer varios elementos de mobiliario urbano.