El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, bendijo ayer por la tarde la primera piedra de la que será la futura parroquia de San Ignacio-Clemente Delgado en Valdespartera, ubicada en la plaza Mary Poppins del barrio. El templo, que se prevé que esté listo en ocho meses, incluirá dependencias para la pastoral y viviendas para sacerdotes, para sustituir a la actual iglesia del paseo de los Olvidados, que "se ha quedado pequeña", indicaba el párroco, Rubén Ruiz.

El sacerdote y los alrededor de 200 fieles que se congregaron en la ceremonia de bendición, junto al arzobispo, agradecieron al vicario general y deán del Cabildo Metropolitano, Manuel Almor, ya que la institución se hará cargo de la financiación de las nuevas instalaciones, con motivo de la conmemoración del 1975 aniversario de la venida de la Virgen del Pilar. La iglesia la construirá Acciona según el proyecto del arquitecto Joaquín Madrazo, que estuvo presente ayer, junto al secretario canciller del Obispado, Joaquín Aguilar.

Esta se vio enturbiada por los silbidos de un puñado de vecinos, que, desde los bloques de las dos avenidas que rodean la plaza --Los Olvidados y Un americano en París-- silbaron durante buena parte de la homilía. También gritaban "más colegios y menos iglesias" (uno colgó un cartel con el mismo lema), en un pequeño boicot que fue contestado por alguno de los feligreses.

Salvo esto, la bendición transcurrió sin más incidentes y sin que el arzobispo quisiese hacer declaraciones sobre la convulsa actualidad de la archidiócesis.