La combinación de factores adversos provocó ayer por la tarde grandes retenciones en la comarca de Calatayud, concretamente en la autovía A-2, en dirección a Madrid, a lo largo de la tarde. A la circulación densa con motivo de la vuelta del puente del Pilar se sumaron las obras de mejora en la carretera, que aunque paralizadas en los puentes festivos siguen ralentizando un tanto la fluidez. Y la fuerte lluvia que cayó a intervalos en la zona terminó de complicar la situación. El resultado de la funesta combinación fueron retenciones de hasta 15 kilómetros desde el límite provincial con Soria, según informaron fuentes de la Dirección General de Tráfico.

Además, en torno a las nueve de la noche, un camión volcado en la misma vía, a la altura de Pina de Ebro, produjo nuevas retenciones, también en dirección a Madrid. La cabina del vehículo cayó al arcén, pero la carga, de botellas de vino, se desperdigó por la calzada y obligó a cortarla en ambos sentidos. La Guardia Civil habilitó un carril del sentido opuesto para desviar el tráfico, que también fue reconducido por la autopista. El camionero salió aturdido pero ileso.

Por lo demás, el puente se cerró sin fallecidos y sin apenas retenciones, salvo momentos puntuales en Zaragoza capital --las entradas a la Feria de Muestras y el centro comercial Puerto Venecia, fundamentalmente-- con motivo de las fiestas.