El atropello mortal de una peatón el pasado miércoles en el barrio zaragozano de Miralbueno pudo deberse a un fallo del chófer del vehículo que la arrolló, un autobús urbano de TUZSA, según se deduce de la investigación del accidente.

Los primeros indicios apuntan a que el conductor no vio a la víctima, una mujer de 82 años que fue atropellada cuando se hallaba cruzando un paso de cebra sin semáforo de la calle Lagos de Coronas. En la calzada no se apreciaron huellas de frenada, lo que avala la tesis de que el chófer, que dio negativo en el control de alcoholemia, no se enteró de que había una peatón en la calzada.

En el momento del impacto, el autobús circulaba a unos 50 kilómetros por hora. La víctima, María Candelas C. A., que había empezado a atravesar la calle, resultó muerta en el acto, según la Policía Local de Zaragoza.

En lo que va de año, dos peatones han perdido la vida en las calles de Zaragoza.