La comarca de Belchite está dispuesta a salir a la calle para defender la permanencia del centro de salud de Azuara, que el Gobierno de Aragón se plantea cerrar dentro de la política de recortes que afectan a la sanidad. La medida, de llevarse finalmente a efecto, afectaría a siete de los 15 pueblos del Campo de Belchite y a un total de 1.916 habitantes.

"No pasa de ser una propuesta, pero la gente está muy nerviosa y preocupada", señalaron ayer fuentes de la comarca. "Si se cierra este servicio imprescindible, se dará un golpe de muerte a una parte de Aragón que no para de perder población", añadieron.

La DGA planea distribuir a los vecinos afectados en dos centros de salud relativamente cercanos, el de Belchite, la capital comarcal, y el de Muniesa, que se halla en la provincia de Teruel.

Pero los pueblos que pasarían a depender sanitariamente de Muniesa, tres en total (Moyuela, Plenas y Moneva), temen este cambio en la organización del mapa sanitario.

"Depender de Muniesa significa que las personas que requieran tratamiento o internamiento serán derivadas al hospital de Teruel, no al de Zaragoza", indican en la comarca belchitana. Esta situación, explicaN, ocasionaría muchos trastornos, pues apenas existen vínculos con la capital turolense.

"Nadie de aquí tiene parientes o pisos en propiedad en Teruel, lo que entrañará muchas incomodidades y gastos añadidos", indican las mismas fuentes comarcales.

"Pedimos que no se cierre el centro de Azuara, eso para empezar, pero en el caso de que se haga, que nos deriven a Belchite, pues eso significa conservar la relación con Zaragoza, que es adonde pertenecemos por vínculos administrativos, familiares y sociales", añaden.

La comarca ha echado cuentas y ha llegado a la conclusión que derivar a los tres pueblos concernidos a Belchite supondría un incremento de pacientes del orden del 10% al 12%, un porcentaje que considera asumible.

De momento, la entidad comarcal está recogiendo firmas de vecinos en contra del cierre del centro de salud, pero también se baraja una manifestación ante la DGA en Zaragoza.