La Denominación de Origen Cariñena ha duplicado hasta las 5.500 hectáreas la superficie con control de plagas por "confusión sexual" para erradicar la polilla del racimo, lo que le ha permitido evitar la utilización de unos 20.000 litros de insecticidas durante este año.

Se trata de una técnica inocua que consiste en la difusión de feromonas de las hembras de polillas para confundir a los machos y que no puedan localizarlas y fecundarlas, de modo que al no haber puesta de huevos no habrá larvas que se coman la uva, informan fuentes de la entidad en una nota de prensa.

La Denominación puso en marcha la iniciativa en 2009, de forma experimental, sobre una superficie de 200 hectáreas, y en la actualidad se ha ampliado a casi el 40 por ciento de toda la extensión que abarca la D.O.P., lo que la convierte en la más grande de España con este sistema.

La principal finalidad de esta técnica es racionalizar el uso de fitosanitarios, mejorar la prevención del medio ambiente, reducir la huella de carbono, garantizar la seguridad alimentaria e incrementar la calidad final de los vinos.

Además de reducir el uso de insecticidas, permite una gestión más racional de otras enfermedades, por lo que se reduce el número de tratamientos e incluso permite la utilización de productos con un menor impacto ambiental.

Un beneficio fundamental es la mejora de la calidad de la cosecha porque la uva llega al final de la maduración en perfectas condiciones, pero también la reducción de las pérdidas de cosecha, la preservación del medio natural y la mejora de los ecosistemas agrícolas.

La técnica tiene que aplicarse de forma homogénea y no se pueden dejar parcelas sin el control, lo que obliga en el caso de ampliación del área a hablar con todas las bodegas de la zona, según explica el responsable del Departamento Técnico-Atria de la D.O.P. Cariñena, Jesús Isiegas.

En la actualidad participan diecisiete bodegas y la superficie tratada comprende la práctica totalidad de los términos de Cariñena, Aguarón y Cosuenda, además de manchas sueltas en otros términos municipales.

Los costes son asumidos principalmente por los viticultores, por un lado, y también por las bodegas y el Consejo Regulador de la D.O.P. que participan en el coste del producto.

Para 2015 el objetivo será estabilizar la superficie tratada antes de proceder a nuevas ampliaciones, aunque la meta final es extender el tratamiento al resto de términos municipales, con la creación de nuevas zonas de "confusión sexual" y poder tener todo el viñedo de Cariñena.