Cerca de 1.500 niñas y adolescentes, de entre 6 y 16 años, residentes en Aragón están en riesgo de sufrir una mutilación genital por proceder de los países o regiones en las que se practica este agresión. Concretamente, de Gambia o Etiopía.

El último caso detectado en la comunidad, según informó ayer la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero contra la mutilación, data del 2010.

La DGA actualizó hace un año el protocolo de atención, en colaboración con Médicos del Mundo, después de que este llevara un largo tiempo estancado. Aragón había sido pionero en su implantación en el 2011, pero no se estaba formando a los profesionales. Tras retomar la situación, la Administración instruyó durante el 2016 a unas 130 personas directamente por el Instituto Aragonés de la Mujer en materia de prevención. Paralelamente, los departamentos de Sanidad y Educación también han llevado a cabo tareas formativas.

El programa puesto en marcha en la comunidad incluye la firma con 30 familias de un compromiso para que sus niñas no sufran ninguna agresión cuando viajan a sus países de origen. La directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Natalia Salvo, detalló que las niñas siguen un reconocimiento médico «antes de viajar y también a su regreso» para comprobar que no han sufrido ningún tipo de agresión. En el caso de que así fuera, intervendrían las fuerzas y cuerpos de seguridad al tratarse de un delito.

LEGISLACIÓN / La mutilación genital femenina es una manifestación de la violencia y la desigualdad de género, basada en una serie de convicciones profundamente arraigadas en las estructuras sociales, económicas, políticas y, en algunas ocasiones, religiosas de algunas comunidades.

Además de todas las consecuencias negativas para la salud, también supone en la práctica un mayor riesgo de muerte para los recién nacidos.

En este sentido, la consejera Broto insistió la importancia que tiene la formación de todo el núcleo familiar «por encima de sus tabúes y de su educación», dijo.

Por su parte, Salvo añadió que el problema de la mutilación no es tanto una cuestión de países sino de regiones «en las que pervive esta práctica porque muchas veces las leyes no están en consonancia con la realidad social, ya que prácticamente todos los países africanos cuentan con legislación al respecto.

Además de la jornada formativa de ayer, el IAM ha organizado un completo programa de actos en las tres provincias relacionados con la formación y prevención en esta materia y que durará hasta mañana.