La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha puesto en funcionamiento una sonda en el embalse de El Val (Zaragoza) para incrementar los datos de seguimiento de calidad de las aguas que llegan a este pantano. El organismo de cuenca está a punto de concluir un estudio específico sobre la calidad general del embalse que complementará el control periódico y continuo de las redes de la CHE para evaluar el estado de esta masa. Además, se han intensificado los controles en los vertidos realizados en la cuenca vertiente y que pueden suponer una presión en el estado del embalse. Recientemente, el Ayuntamiento de Tarazona presentó una queja ante la posibilidad de que haya vertidos de la depuradora de Ágreda-Ólvega que estén contaminando el agua de este pantano, aunque no afecta al abastecimiento de la localidad.

La sonda mide diferentes parámetros a lo largo de la columna de agua, tales como temperatura, conductividad, pH, oxígeno disuelto, turbidez, potencial redox y clorofila, siendo especialmente importantes los datos que se recogen en el verano y comienzos del otoño, cuando el agua de los embalses está estratificada.

La Confederación Hidrográfica mantiene una red de control de calidad de todas las masas de agua de la cuenca, pero lo novedoso de este sistema es que su sonda, unida a un equipo autómata, permite transmitir en continuo y en tiempo real a un centro de control, la información de calidad a distintas cotas del embalse y varias veces al día. Los datos de este moderno aparato de control se pueden consultar ya en la web de la CHE Este sistema ya se ha probado en otros embalses de la cuenca, en concreto en Cueva Foradada (Teruel), La Tranquera (Zaragoza) y La Loteta (Zaragoza).

La sonda viene a completar el conocimiento que ya se tiene del embalse con las redes de calidad de las aguas de las que ya dispone el organismo para la evaluación del estado ecológico de las masas de agua. Los datos de estas redes también están disponibles para su consulta y más en concreto para las analíticas del embalse de El Val en este enlace.

Se han realizado controles anuales en los que se indica que el embalse tiene diagnóstico de eutrofico, lo que se considera un mal estado ecológico, achacable al exceso de nutrientes, lo que es fruto de las presiones sobre esta masa de agua situada en el oeste de Aragón. El agua que se sirve desde el embalse y que circula por el río Queiles no presenta problemas una vez se ha oxigenado.