Dos hermanos de origen peruano han sido condenados a un total de tres años y seis meses de cárcel por agredir en Zaragoza, la madrugada del 10 de noviembre de 2014, a dos agentes de la policía local que fueron requeridos por un taxista a causa de un incidente por la pérdida de un caro teléfono móvil.
Los hechos se produjeron, según se señala en la sentencia de la Audiencia Provincial, cuando los hermanos Fernando-Andrés A, T, y Gustavo A, T. señalaron al taxista, tras prestar un servicio, que habían perdido el móvil dentro del vehículo y le emplazaron a que les permitiera buscarlo en su interior sin resultado.
Posteriormente, le pidieron que abriera la guantera con igual resultado negativo, pero los condenados le exigieron revisarla personalmente subiendo de nuevo al coche, a lo que se negó "en redondo" el taxista pues se la había abierto y enseñado antes.
Ante la exigencia de los condenados, el taxista llamó al 092 y se personó una patrulla policial con dos agentes de paisano, que tras exhibir sus respectivas placas solicitaron a los hermanos, que se mostraban "violentos y alterados", que se identificaran a lo que se negaron reiteradamente.
Según la sentencia, Gustavo A. A. insultó y dio un cabezazo en la frente a uno de los agentes, quienes cayeron al suelo al resistirse violentamente a ser reducido, lo que aprovechó el otro hermano para propinarles patadas y puñetazos.
Una situación que acabó con la llegada de varias patrullas y con el resultado de lesiones, sobre todo contusiones y erosiones, en los dos agentes de paisano que requirieron atención médica, en el caso de uno de ellos con 21 días de baja.
En la sentencia se recuerda que Gustavo-Alfredo A. T. ya fue condenado el 2 de mayo de 2014 por un Juzgado de lo Penal de la capital aragonesa a seis meses de prisión como autor de otro delito de resistencia a los agentes de la autoridad que cometió en 2012.
A éste la Audiencia de Zaragoza le condena ahora por un delito de atentado contra los agentes a dos años y tres meses de prisión, y a su hermano Andrés A.T. por el mismo delito a un año y tres meses de cárcel.
La sentencia, que también establece multas e indemnizaciones para ambos de hasta más de 2.000 euros y contra la que se puede presentar un recurso de casación, será comunicada a la Brigada de Extranjería por si los hechos fueran causa de expulsión de España.
