Ecologistas en Acción ha criticado la propuesta del Ministerio de Industria de subvencionar con más de 94 millones de euros a Endesa para que realice las modificaciones técnicas que la legislación europea exige para que siga abierta la central térmica de Andorra (Teruel).

La organización explica en un comunicado que el carbón quemado en la térmica andorrana supone un tercio de las emisiones aragonesas de CO2 y por tanto, añaden, el apoyo a la central "ignora por completo la urgente necesidad de bajar las emisiones" para combatir el calentamiento global del clima.

Los ecologistas señalan que formalmente Endesa se ha acogido al plan de cierre, tras renunciar a adaptar la térmica a la nueva normativa europea sobre emisiones industriales, pero puede anular esa decisión antes del 1 de octubre.

La empresa debe invertir 230 millones de euros en mejoras técnicas o acogerse al plan de cierre que le permitiría seguir funcionando hasta agotar el plazo de 17.500 horas de funcionamiento, que son 2 años, a contar desde el 1 de enero de 2016 y hasta finales del año 2023 como máximo.

En opinión de los ecologistas, "la empresa eléctrica está jugando a hacerse de rogar para que, finalmente, sea el dinero público el que sufrague la mayor parte de la inversión".

Para ello, añaden, "usa como rehén político a los trabajadores y a la población de las cuencas mineras", que a su juicio "presionan a los políticos aragoneses, que a su vez presionan al Ministerio de Industria, por temor al desempleo que provocaría el cierre de la central térmica".

Ecologistas en Acción reprocha a sindicatos y partidos políticos que "nunca citan, intencionadamente" las "cantidades importantes" de CO2 que emite la térmica y que contribuyen al calentamiento del clima.

Critican el incumplimiento del tratado de Kioto para rebajar la emisión de gases y que se estén invirtiendo en el mundo "grandes sumas de dinero en el sector del carbón" y en otras técnicas cada vez "más agresivas", como la fractura hidráulica.

Por todo ello, la organización aboga por "la supresión del carbón en el sector energético", lo que consideran "un primer paso, perfectamente asumible por el sistema eléctrico", y para ello reclaman que se supriman las subvenciones al sector.

Piden apoyar económicamente a las poblaciones mineras para permitir crear empleos alternativos, por ejemplo en energías renovables, a cambio de renunciar al carbón.