Las asociaciones de vecinos están cansadas de que cada año se repita la misma historia: que se paguen las subvenciones casi a finales de año teniendo que adelantar, como pueden, el dinero necesario para llevar a cabo sus labores.

La responsable de Participación, Lola Ranera, ya anunció la semana pasada que las subvenciones de su área no se concederán hasta que se constituya el próximo Gobierno de la ciudad. Aunque las bases ya estarán aprobadas, no podrán concederse hasta pasadas las elecciones municipales de mayo. Haciendo cálculos, el presidente de Unión Vecinal Cesaragusta, Manuel Ortíz, informó de que hasta el mes de octubre no se concederán las ayudas.

"Habrá que esperar a que se forme el gobierno y, después, a que se asigne un concejal a cada distrito con sus vocales. Así que, como ha ocurrido otros años, hasta el mes de octubre seguramente no esté todo formalizado y no se concedan las ayudas", explicó.

Ortíz lamentó que este hecho reiterativo es el reflejo de que no se le da la suficiente importancia a la función de las entidades vecinales. "No es ni lógico ni natural que suceda esto. Tras aprobar el presupuesto tendrían que hacer lo mismo que las bases de las subvenciones", apuntó. Este año las asociaciones confiaban en disponer de las ayudas antes del verano ya que "los presupuestos se aprobaron pronto", señaló Ortíz.

La alternativa para sobrevivir y no tener que cancelar las actividades es pedir un crédito. Aunque hay entidades que pueden salir del paso con la cuota de los socios, la mayoría tienen que recurrir a los préstamos. "Lo malo es que los intereses no los podemos incluir como gasto, así que los asumen la asociación", puntualizó Ortiz. Ante esta situación, ha pedido una reunión con Ranera para que dé explicaciones sobre las nuevas bases a todas las asociaciones.

La Asociación de Vecinos La Jota tiene un gasto fijo del mantenimiento mensual de unos 1.000 euros, según su presidente Juan Andrés. En su caso no disponen de un local municipal por lo que su inversión es más elevada.