El nuevo Reglamento de las Cortes entró ayer en vigor por el inicio del segundo periodo de sesiones del 2017. La Mesa había solicitado un «análisis global» por parte de los Servicios Jurídicos a la hora de determinar qué disposiciones resultan directamente aplicables sin necesidad de adaptación alguna. Se trata de una hoja de ruta que ya fue adoptada en su día y que apuesta por una aplicación «progresiva».