Uno de los negocios más afectados es la farmacia. Su propietaria, Teresa Alcázar, explicó ayer su pesar por no poder atender a los clientes con receta electrónica: "En octubre hemos sufrido 4 cortes y una vez estuvimos 48 horas sin dispensar nada. A los clientes no puedes decirles que vuelvan más tarde. Y tenemos una nevera con productos caros".