--¿Este el presupuesto que quiere Zaragoza en Común (ZeC) o solo el que ha podido hacer?

--Es el presupuesto posible, no el que el Gobierno quería. No es el ideal pero sí el que permite, con unos ingresos escasísimos y una situación de colapso financiero y de constreñimiento del Estado, asumir los gastos necesarios. Podríamos haber hecho un presupuesto ficticio que fuera imposible de asumir y luego aumentar la deuda y la desazón, o uno realista como este. La gente tiene derecho a saber cuáles son los ingresos que tiene el ayuntamiento, cuáles son los gastos mínimos y qué queda para hacer política, porque el 86% ya está comprometido. Y de lo que queda se ha logrado un 18% más para Derechos Sociales y Vivienda, no tener ninguna infradotación en los servicios y un poco más para reducir una deuda que en cuatro años deberíamos tener resuelta con las contratas. Y 1,5 millones más para bibliotecas o un 4% más para Deportes. Eso también es invertir en mejorar la calidad de los servicios.

--Han asegurado una reducción del 40% en gastos de representación y de Alcaldía. ¿En qué se traduce?

--Del dinero que tenía para actos protocolarios, eventos, convites... Eso ahora es un gasto más que superfluo.

--Con el dinero consignado para los servicios, ¿hay suficiente para todo el año o habrá recortes?

--No va a haber ningún recorte en servicios ni infradotaciones en los que se consideran esenciales. Y en algunos casos hay incluso más dinero para ir reduciendo parte de la deuda acumulada con las contratas.

--¿Por qué sobredotar estas partidas de los servicios?

--Porque asegura la calidad y nos da derecho moral a exigir el cumplimiento de todos los acuerdos y pliegos con las contratas sin hacer recortes. En los primeros cinco meses de Gobierno, ya hemos cubierto doce de los 55 millones de agujero que nos encontramos en los servicios. No había dinero para pagar el autobús a partir de agosto, ni para el alumbrado, la energía eléctrica o el gas. Eso ya no va a ocurrir, ni tampoco intereses por la demora en el pago.

--¿Por qué hay tantas diferencias en la interpretación de lo que destina para el empleo?

--En el 2015 había 6,8 millones para el fomento del empleo, turismo y Zaragoza Activa. Se incluían 2 millones que al mes de aprobarse el presupuesto se quitaron y se destinaron a Personal. Es decir, ya sabían que no los iban a gastar para eso. Nosotros, sin contar esos dos millones, hemos puesto tres más para la creación de empleo. Otra cosa es que hemos acabado con la dispersión de partidas por las diferentes áreas. Estas tienen que estar en las que las ejecutan, no diseminadas en Acción Social, Urbanismo u otras para decir que todas han crecido. Ahora están ordenadas por fin.

--¿En qué va a notar el ciudadano este presupuesto del 2016 en su día a día?

--Va a haber menos inversión, por ejemplo, pero solo 6 millones menos, no 30. Si quitamos el pago del tranvía, el sellado del vertedero o el corredor verde, la cifra cambia. Y lo que hemos hecho es priorizar el gasto en las políticas sociales y de vivienda, y la creación de empleo. Eso es lo que hemos hecho. Y es verdad que hay 12 millones más de ingresos que el año pasado, pero también hay 32 que tendremos que pagar sí o sí y que no estaban el año pasado. Así que en realidad hay 20 millones menos en la práctica, que son los que dije que necesitaba en las ordenanzas fiscales.

--Pues la oposición le acusa de ser poco ambicioso.

--Pues con todo hay 4,3 millones para invertir en los barrios. Inversión también es un millón para el Mercado Central, un potrero en Arcosur o remodelar un campo de fútbol como el de Casetas que dejaron caer. Eso también es invertir en la ciudad y es importante. O arreglar las piscinas o los pabellones deportivos.

--Y ni un euro para remodelar La Romareda.

--Este año no. No es una emergencia. El responsable de Urbanismo ya está trabajando con el club para saber cómo se realiza. No tiramos la toalla de hacer algo sino que, en esta situación de colapso, hay que elegir políticamente y hemos tenido otras prioridades. Pero no hay más. Si alguien me pide dinero para proyectos como este tendrá que decirme de dónde lo saco.

--¿Qué plan de pagos con las contratas le gustaría alcanzar?

--Lo que me gustaría es una quimera. Pero estoy negociando con FCC y con AUZSA, con los bancos y todas las deudas de Zaragoza Alta Velocidad. Estas van bien y estoy trabajando para no pagar ni así ni en las condiciones actuales de intereses y plazos, que son una barbaridad.

--¿Confía en lograrlo?

--Siempre he dicho que hay que ordenar el estado catastrófico en el que estaban las cuentas y que para hacer frente a ese agujero de deuda haría falta una legislatura, no se puede hacer en un año. Va a haber acuerdo, tiene que haberlo.

--¿Por qué está tan seguro?

--Porque el mundo ha cambiado, las circunstancias económicas también y porque todo el mundo tiene que saber que los ayuntamientos, que somos los que mejor trabajamos para las personas, somos las administraciones que menor capacidad económica e ingresos tienen, y las más constreñidas por el Gobierno de España. Aumentaremos el plazo y reduciremos el interés de esos créditos.

--¿Por qué el presupuesto de Aragón no tiene un reflejo en el de Zaragoza y reduce el gasto?

--De momento solo puedo contar con los seis millones que tendrá el convenio con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS). Todo lo demás es irreal.

--Como el fondo de capitalidad y las competencias impropias.

--El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, pidió siendo vicealcalde 25 millones de ese fondo para este año y cien para las competencias. Yo ni siquiera le he puesto cifra para el 2016 y le hemos enviado un anteproyecto para que las Cortes lo valoren.

--¿Da por perdida esa consignación económica?

--No, pero solo puedo contar con los ingresos reales. Lambán se comprometió a tener ley de capitalidad en el primer semestre del año y, que yo sepa, una ley es creíble cuando viene financiada. Si en sus presupuestos no hay ninguna cantidad, no solo los 25 que él exigía, ya verá cómo lo hace.

--Respecto a la negociación con los grupos, ¿confía en que haya acuerdo o es pesimista?

--Seré optimista hasta que me muera. Voy a esperar a sus enmiendas, veremos cómo se financian, de dónde se quitan para incluirlas y ponernos de acuerdo entre las fuerzas progresistas para que haya presupuesto. PP y Ciudadanos ya han dicho que no lo aprobarán, así que hablaré con ellos pero el sentido común me dice que tendrá que ser con PSOE y CHA. Y estoy convencido de que lo haremos porque no hay más dinero que este. Podemos gastar solo lo que ingresamos.

--Una de ellas será la de ofrecer ayudas para pagar los impuestos a las familias más necesitadas. ¿Lo aceptará?

--Ya le dije al PSOE que había que estudiarlo y que hemos pedido datos a Hacienda y a los servicios municipales para ver cómo bonificarlos. Pero eso requiere de un gran esfuerzo, incluso informático y de personal, en el que ya estamos trabajando hace semanas. Cuando tengamos los datos lo decidiremos. Ellos no lo cuantificaron pero podrían ser perfectamente dos millones de euros. Si es técnicamente posible, claro que se hará.

--¿Va a subir el billete del autobús a lo largo del año?

--No. Hicimos una apuesta en las ordenanzas fiscales en la que nos quedamos solos con CHA. Ahora cualquier fórmula para generar ingresos adicionales se ha convertido en un imposible.

--El billete del bus es potestad del Gobierno de la ciudad.

--Ahora mismo, ni nos planteamos subir el billete ni el precio de ningún otro servicio.

--¿Le preocupa el efecto que puede tener, por ejemplo, decisiones como la de pasar a convenios algunas subvenciones?

--No. Había 1,5 millones para subvenciones de Acción Social, y solo hemos dejado un millón porque hay un montón de entidades que durante muchos años están recibiéndolas porque ya se han convertido en un complemento esencial de la Acción Social del ayuntamiento. MPDL, Cáritas, Fundación Ozanam, Gusantina... En sus proyectos incluyen un gasto estructural de una actividad que es necesaria en Zaragoza. Lo que hemos hecho es asegurar la parte estructural de esos servicios que históricamente han prestado y que compitan otros proyectos de carácter anual en las subvenciones. ¿Alguien va a cuestionar los proyectos como estos? Solo se ha puesto en orden unas peticiones que reiteradamente se concedían y que, de la otra forma, corrían peligro cuando tienen un papel fundamental en la ciudad. Y a la vez arrancar un proceso de participación para definir las bases de los pliegos que rijan la convocatoria de las subvenciones. Igual que se ha hecho con las de Cultura y que acaba este mes.

--Después de lo que ocurrió en las ordenanzas fiscales, ¿le asusta la prórroga?

--Deberíamos tener un presupuesto aprobado por ZeC, PSOE y CHA a finales de febrero.

--¿Y si no?

--No contemplo otra posibilidad y voy a hacer todo lo posible.

--De no conseguirlo, ¿supondría una ruptura definitiva?

--Nunca doy por imposible un entendimiento y acepto baches o dificultades, pero nunca una ruptura final. Pero llegaremos a un acuerdo por el bien de la ciudad, que es la que nos paga. Zaragoza, ahora que la derecha se ha enrocado en el no, no puede no tener presupuesto.

--También puede ser el comienzo de una bonita amistad con PSOE y Chunta.

--La aprobación de un presupuesto es una buena forma de colaborar.

--¿Y aspirar a un Gobierno municipal compartido?

--No se lo plantea eso nadie ahora mismo.

--¿Y un acuerdo de gobernabilidad?

--Ya lo hubo.

--Más allá de la investidura, la verdad, no se aprecia.

--Muchos de los elementos de este presupuesto emanan de aquel acuerdo de investidura. Solo hace falta hablar y depende de tres. Mi obligación era presentar un presupuesto real, creíble y posible, y este lo es