El exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril, tuvo ayer que volver al juzgado para declarar sobre los emails que halló la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía en los que responsabiliza de una serie de irregularidades al exviceconsejero socialista de Obras Públicas, Carlos Escó. Ni el magistrado instructor, José Ignacio Martínez, ni los fiscales anticorrupción consiguieron que testificara, ya que decidió guardar silencio.

Los abogados defensores del exdirectivo, José María Gimeno del Busto y José María Pabán, le instaron a guardar silencio porque tienen recurridos ante la Audiencia de Zaragoza dichos correos electrónicos por considerar "que han podido ser manipulados" por el actual gerente y denunciante de este caso, que investiga una malversación de más de 80 millones de euros, Jesús Andreu.

García Becerril no quiso pronunciarse sobre la comunicación con otro de los imputados, el exdirector técnico de la obra Miguel Ángel Pérez en el que se pedía que "siguiendo las instrucciones de la consejería hay que reajustar la puntuación de Acciona" con la que esta constructora ganó el concurso para realizar la urbanización de la segunda fase de Plaza o que Escó concediera a dedo obras a amigos. De su declaración podría depender una posible imputación de este cargo del gobierno PSOE-PAR.

Junto a García Becerril estaba citado también un empleado de Acciona, José Luis Albendea, por presuntamente pagarle un viaje de 17.000 euros a Brasil al exgerente y a su familia, también encartada en este caso. Su implicación en esta supuesta trama salió a la luz también gracias a los emails intervenidos, pero este trabajador sí accedió a contestar a las preguntas de todas las partes, incluídas las defensas.

Según fuentes consultadas, se dedicó a asegurar que el no pagó ningún viaje, cuando los investigadores, en realidad, señalan que él lo hizo por mandato de Acciona como "dádiva por sus actos u omisiones como gerente en favor de la UTE de Plaza".

También señaló que no conocía al operador de la agencia de viajes con la que contrató el viaje, si bien este no dijo lo mismo ante el juez.