El servicio de hospitalización a domicilio del Royo Villanova de Zaragoza ha atendido en su primer año de funcionamiento a más de 400 pacientes. En total, el equipo ha valorado 485 casos, pero alrededor de 80 fueron desestimados porque no cumplían con los requisitos para poder acogerse a este servicio.

Un equipo formado por tres médicas y seis enfermeras atiende cada día a 14 personas que, tras un periodo de ingreso por alguna patología, concluyen su recuperación en casa. "Los casos más habituales son insuficiencias respiratorias, cardiacas o infecciones de orina. Generalmente son procesos que requieren antibióticos, goteros o aerosoles. La edad media de los pacientes atendidos ha sido de 71 años ", explicó Marta Matía, una de las sanitarias.

Para desarrollar este servicio el equipo cuenta con dos coches, lo que limita su atención diaria a 14 personas. Las trabajadoras señalan que "lo ideal" sería poder llegar a 20 pacientes, pero pasa eso se requiere una ampliación de recursos. "Un vehículo más nos permitiría viajar a más casas. Nuestra pretensión es ir más allá y conseguir más aplicación de la atención", dijeron.

Este proyecto, cuya misión fundamental es mejorar la calidad asistencial del paciente, se aplica en un radio de 20 kilómetros desde el Royo Villanova. Es decir, la población que puede optar a la hospitalización a domicilio debe residir en la Margen Izquierda de Zaragoza y en pueblos cercanos como San Mateo de Gállego, La Puebla de Alfindén o Villamayor. "Estamos disponibles 24 horas. Siempre que haya un problema, la familia solo tiene que descolgar el teléfono y llamar", dijo la médico María Sevil.

Un 50% de los pacientes que han optado por la hospitalización a domicilio del Royo --es una decisión voluntaria-- han sido derivados desde las Urgencias. "Hay una coordinación muy buena. En cuanto se detecta un posible caso nos lo comunican y lo valoramos. Aún así, hay muchísima gente que desconoce este servicio", añadió Sevil.

SATISFACCIÓN

Además de racionalizar los costes acorde con las necesidades asistenciales, este proyecto ha logrado potenciar la motivación de los profesionales y la relación médico-paciente. "Puedes comprobar cómo se cuidan en su casa, qué dieta llevan, si toman o no los medicamentos. El control es más cercano y de ahí nace una relación de cariño. A nivel laboral es muy satisfactorio por la labor social", señaló la enfermera Ana Gimeno.

Durante este primer año, a cada persona atendida se le ha entregado una encuesta para que valore la hospitalización a domicilio. "Casi el 100% ha señalado estar muy contento con la atención recibida. Eso también nos da un espaldarazo y nos anima a seguir trabajando", señaló Matía.