--Desde su primer corto, rodado en Ariño, Cuídala bien (2007), ¿qué ha sucedido?
--De todo. Esencialmente que he aprendido mucho...
--Lo suponía. ¿Rodaría aquel corto igual?
--No, aunque también es verdad, que a veces al hacer las cosas de manera más intuitiva, obtienes resultados que te sorprenden. De hecho no he vuelto a ganar tantos premios como con ese corto.
--Este viernes presenta un documental rodado en el Amazonas.
--Sí, se llama Adiós, padresitos. Trata de un conflicto en el seno de la Iglesia católica, donde el Vaticano sustituyó a unos curas cercanos a la Teología de la Liberación por otros de carácter más conservador.
--Lo recuerdo.
--Y el obispo Gonzalo López se puso en huelga de hambre para hacer visible lo que estaba sucediendo. Incluso entrevistamos en exclusiva al obispo, durante el ayuno.
--¿Por qué se interesó por un tema tan lejano?
--Porque es un tema que siempre ha sido cercano en mi familia; mi hermana fue misionera en el Congo. Al fin y al cabo todos estamos bautizados y la religión nos resulta muy próxima.
--Pero intuyo que no era la religión lo que le atraía...
--Claro, me llamó la atención que la distancia que hay en posturas dentro de la Iglesia, nos hace pensar que hablamos de dos religiones distintas.
--¿Qué le interesa más el documental o la ficción?
--Me interesa del documental las fórmulas de realización y en los últimos años he venido aplicándolo a la ficción. He hecho algunos trabajos que están al límite entre esos dos géneros.
--Pronto va a presentar un largometraje...
--Sí, la rodé en Córdoba, y he querido hacerla de manera muy desnuda, con actores que en muchos casos son cogidos de la calle. Claro, tienes que tener mucha más paciencia, pero la naturalidad que consigues, ayuda a que el resultado sea más verosímil.
--Tiene muy clara su vocación, esto ya no es un juego.
--Sí, es que ahora ya no sabría hacer otra cosa. Tanto tiempo dedicado a esto... También es cierto que el cine te ofrece otras posibilidades que no se encuentran en una vida más rutinaria. De pronto me vi en la selva y me pregunté que no me importaría quedarme allí de maestro... Conocer esas cosas es casi imposible si no te dedicas al cine.
--¿Le compraría un coche usado a Rajoy?
--No conduzco y no tengo ganas de conducir.