--¿Cómo nació Radio Topo?

--Nació en el entorno de la Magdalena. Tomamos los bajos del local de la Vía Láctea, que antes había sido el BV80.

--¿Por qué lo crearon?

--Porque la Magdalena es una zona muy activa y se sentía huérfana. Alguien pensó en ello y convocó a los colectivos sociales de la zona y se reunieron 14.

--¿Recuerda por qué se le puso Radio Topo?

--(risas) Una de ellas es porque está en un sótano, otra es porque nos sentimos un poco topos, pero se barajaron varios nombres más. La anterior que se llamaba Onda Vorde, nos la cerró la policía...

--Usted es técnico...

--He ido haciéndome técnico en la radio. Ya llevo 26 años. Yo aprendí de los técnicos de Onda Vorde a base de quemar transistores. En realidad era instalador de gas y de vez en cuando me toca arreglar los baños del local.

--¿Cuánta gente se mueve alrededor de Radio Topo?

--Colectivos estaremos unos 14 y unas 50 personas hacen programas, teniendo en cuenta que todos los que han pasado nunca rompen los lazos.

--Entonces eso casi es una gran familia.

--La verdad es que sí; hay gente que ha entrado siendo estudiante de ESO, ahora son profesores y ya tienen hijos.

--¿Tienen alguna norma?

--Bastantes; esta no es una radio de alquiler: hay gente que piensa que se pueden comprar los espacios y no es así. Tenemos un decálogo para todo el que entra, donde se señala que es un proyecto colectivo. Y si no tienes un espíritu social y comprometido, no te vas a sentir a gusto allí. La radio no es el fin, sino la plataforma para lanzar proyectos colectivos y sociales.

--¿Han pasado gentes que luego han llegado a profesionales?

--En la nuestra no, pero Larrodera por ejemplo, comenzó en Radio Las Fuentes. Tenemos titulados en periodismo pero no están allí por una proyección laboral.

--¿Lo que no se permite?

--No hacemos publicidad remunerada, pero promocionamos actividades y eventos que consideramos interesantes.

--¿Hay alguien que entró hace veinte años y aún sigue?

--Sí, hay varios, aunque no demasiados. Es que esto engancha.

--Son tiempos perfectos para reivindicar. ¿Están leñeros?

--Las radios libres somos un termómetro de los tiempos; cuando nadie habla de las radios es porque el momento está calmado. Ahora estamos en alza, no damos abasto. Son buenos tiempos para la radio libre.