El polémico crucifijo del siglo XVII seguirá presidiendo las sesiones del salón de plenos del Ayuntamiento de Zaragoza. El titular del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número tres de Zaragoza, el magistrado Luis Carlos Martín, rehusó prohibir al alcalde de la capital aragonesa, Juan Alberto Belloch, que siga colocando el histórico crucifijo del siglo XVII en el salón de plenos porque ello sería lo mismo que priorizar el "agnosticismo" como creencia.

Según informó Europa Press, el magistrado firmó ayer la sentencia en la que desestima el recurso del Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) contra el Reglamento de Protocolo del Ayuntamiento de Zaragoza.

El recurso pretendía que se anulara la decisión de Belloch de mantener el crucifijo en el salón de plenos, los días que se celebra sesión, y que no se mostrara, en dependencias municipales símbolo religioso alguno.

En su sentencia, Martín señala que "el hecho de eliminar toda manifestación de tipo religioso a ultranza, cualquiera que sea su signo, vendría a dar prioridad a una determinada consideración del fenómeno religioso, como es el agnosticismo". A esto añade que "de esta forma, también se puede menoscabar la tolerancia que han de manifestar los poderes públicos ante el fenómeno religioso".

El magistrado indica que "una interpretación interesada" de la Constitución de 1978 y la jurisprudencia no puede servir para asentar una "exclusión" como la que pretende el Movimiento Hacia Un Estado Laico.