La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) realizará una segunda fase para la "estabilización definitiva" de la ladera derecha del embalse de Yesa que "garantizará plenamente" la seguridad, una obra con una inversión máxima de 15 millones de euros.

Así lo puso de manifiesto ayer el presidente de la CHE, Xavier de Pedro, quien conoció in situ los trabajos, que consistirán en completar la excavación de descarga en la parte superior de la ladera hasta totalizar 1,5 millones de metros cúbicos, de los que un tercio han sido extraídos en una primera fase.

También se van a construir unos muros de contención en la zona del pie de la ladera y se instalarán anclajes de sostenimiento en la zona central así como elementos de auscultación, según informó a través de una nota la propia confederación.

DRENAJE Una vez excavada la ladera, se instalarán sistemas de drenaje de las aguas pluviales, y a su pie se formarán muros con bloques de hormigón y rellenos.

El diseño de la obra de emergencia incluye una serie de medidas correctoras dirigidas a reducir su impacto ambiental como son la extensión de tierra vegetal sobre los taludes, hidrosiembra y plantación de árboles.

También está prevista una mejora de la red de abastecimiento de las urbanizaciones que se vieron afectadas por el movimiento de tierras y la línea aérea de suministro eléctrico.

Las mismas fuentes señalaron que la CHE está auscultando la ladera y detectando desde hace tiempo las grietas y fisuras de tracción que han aparecido en el perímetro de la zona acotada del deslizamiento, rupturas del terreno que "no son nuevas" --insistieron-- y se atribuyen a "un proceso normal de adaptación de la ladera a las nuevas condiciones de equilibrio al variar su talud natural por otro más estable", a lo que contribuye también la propia vibración de la maquinaria.

Estas grietas pueden reproducirse en todo el perímetro hasta que se consolide totalmente el terreno, adviertió la CHE.

El pasado 9 de julio, la plataforma Yesa+No denunció la aparición de nuevas fisuras de más de 100 metros de longitud y dos metros de ancho. Los vecinos de las urbanizaciones de Lasaitasuna y el Mirador de Yesa siguen desalojados desde febrero.