-El diagnóstico que hace la oposición de Zaragoza en Común (ZeC) y su gestión como Gobierno es bastante malo. ¿Cómo se encuentra el paciente?

-El Gobierno cada día que pasa se consolida. Aunque es normal que haya resistencias al cambio, sobre todo por el PP y el PSOE, que son los dos partidos que han estado gobernando esta ciudad bajo un prisma que ahora hemos cambiado radicalmente. Treinta años de bipartidismo se han resquebrajado y eso se traduce en no encontrar siempre apoyos, pero hemos aprendido a generarlos. Y lo que más importa es cómo está la ciudad, más que cómo está ZeC.

-¿En qué ve que avanza? Son más quienes la ven paralizada.

--A veces es dime qué criticas y te diré de lo que careces. Durante muchos años la ciudad ha estado metida en un sueño que nunca iba a ser posible cumplir. Belloch pensó la ciudad del millón de habitantes llenándola de proyectos que, en muchos casos, no vieron la luz, y en otros, acabaron siendo perjudiciales para la ciudad. Nosotros hemos desbloqueado asuntos estratégicos como la avenida Cataluña o la reforma del Mercado Central, ha puesto en marcha los presupuestos participativos, cuestionado el modelo de gestión de los servicios externalizados... Eso no se había hecho nunca. Pero sobre todo se está cambiando el enfoque, creando una ciudad a la escala humana.

-¿Ese es su proyecto de ciudad?

-Es el de todas las personas que viven en ella, con independencia de su raza, renta o el barrio en el que residan. Eso es una novedad en Zaragoza, donde siempre se ha gobernado para unas élites y hoy se gobierna a pesar de ellas.

-Todos los partidos coinciden en que Pedro Santisteve es un mal alcalde y sus apoyos en la izquierda defienden que solo sería peor si gobierna el PP. ¿Cómo se explica su optimismo?

-Porque están intentando, sobre todo el PSOE y, como rehén, Chunta, consolidar el Gobierno de Javier Lambán en la DGA criticando y presionando al de Santisteve. Están utilizando a Zaragoza para asegurar sus alianzas de Podemos e IU. Y eso es una estrategia débil que se desmonta fácilmente cuando sales del ayuntamiento. Ese supuesto aislamiento solo está en la mente de quienes piensan más en las Cortes que en el día a día de Zaragoza.

-Su argumento a la inversa también sirve: ZeC, lo que logra con PSOE y CHA, es a base de coaccionar a la DGA.

-Nuestra estrategia es conjunta con Podemos e IU, pero creo que los asuntos que han salido tienen más que ver con la presión social y con que era imposible decir que no al Gobierno de ZeC. La diferencia es que ellos tienen una posición leal y ayudan a obtener resultados positivos, no es destructiva como en el ayuntamiento.

-¿Santisteve es buen alcalde?

-Es el mejor que ha tenido Zaragoza, porque es del pueblo. Belloch andaba a un metro por encima del suelo, y no conocía el pálpito de la ciudad. Pedro pisa la calle, te lo puedes encontrar en ella, viste y habla como los vecinos y defiende cosas que les interesa a todos.

-Pues por la contestación que a veces reciben sus decisiones parece más que le ven como el alcalde solo de los suyos.

-Ese es un cliché que se ha intentado decir, pero si alguien ha sido paradigma de gobernar para unos pocos ha sido el estatal, en el que hay tanta corrupción y gobernando para bancos, lobis empresariales... para unos pocos. El problema es que aquí esas élites se revuelven y usan a sus voceros, fundamentalmente el PP y el PSOE, para que ataquen con que se gobierna para unos pocos.

-¿Realmente cree que los zaragozanos quieren ser los dueños de la catedral de la Seo?

-Creo que querrían parecerse a otras ciudades que sí eligen entre todos el futuro de sus grandes símbolos. Por supuesto que debe tener uso religioso, pero es una cuestión ética y moral de la apropiación de lo común. No sé si los ciudadanos quieren ser sus dueños, lo que estoy seguro que no querían es que se les quitara la propiedad, que son cosas distintas.

-Da la sensación de que ZeC se caracteriza por muchas decisiones de este tipo, que en lo simbólico puede tener repercusión pero que solo ZeC las percibe como urgentes o prioritarias.

-La sociedad se forma también con símbolos. Estoy de acuerdo en que, por ejemplo, si extendemos el Bizi a toda la ciudad tendrá más relevancia, pero la batalla está en todos los ámbitos: en lo material, en lo simbólico y en el cambio de modelo. Es verdad que hay temas que surgen y generan más debate, pero no creo que sean más importantes unos que otros, todos son complementarios. Hay temas menos mediáticos que también mejoran la vida de la gente. Y a todas las alcaldías del cambio se les acusa de lo mismo: generar mucho ruido. Pero a veces es más por el que se le genera por fuera. Aunque asumo que hemos cometido equivocaciones y que a veces los tiempos deberían haber sido más lentos.

-¿Y la contestación que se está recibiendo de los tribunales no es suficientemente contundente?

-Hace unos días, la DGA se quejaba de lo mismo con los conciertos educativos. Exigimos el mismo respeto al Gobierno que a los tribunales. Lo que ocurre es que si nunca te arriesgas, nunca puedes obtener un rechazo. Otros gobiernos se arriesgaron con nuevos estadios de fútbol y también lo recibieron, o con reformas megalómanas de un paseo. Nosotros nos lo hacemos para intentar rescatar a trabajadoras que están en una situación precaria prestando un servicio público. Me preocupa más dar la batalla por cuestiones que creemos justas que, como se hizo en el pasado, judicializar temas para no pagar a contratas.

-Pero, ¿por qué no se hacen las cosas bien para que no suceda?

-Son solo casos muy concretos en los que se fuerza un marco jurídico que nos encorseta. Pero eso no es exclusivo de ahora. Cada vez que tomas una decisión arriesgada, más de izquierdas y social, a veces tienes los límites de una ley que la hace un gobierno conservador. Nuestro objetivo es, dentro de la seguridad jurídica, superar el marco normativo para intentar ir más allá. Y eso supone asumir riesgos.

-¿Se siente solo el Gobierno?

-No, eso es un eslogan de la oposición. Es un Gobierno fuerte y con aliados. Nunca el ayuntamiento se había llevado tan bien con la DGA, estamos bien pertrechados por los movimientos sociales y casi todas las críticas vienen por las formas y no por el fondo. A veces hay liderazgos que se tienen que asumir en soledad si quieres que las cosas cambien.

-¿Es un Gobierno inseguro?

-Somos fieles a nuestro programa y un Gobierno inexperto y que se equivoca. Los errores los hemos reconocido públicamente y todos los tienen pero no todos los admiten. Comparándonos con el de Rajoy, el de ZeC podrá meter la pata pero nunca la mano en la caja, y la gente lo sabe. Da seguridad, saber que actuas con honestidad y transparencia.

-¿Y es un Gobierno dividido?

-No, tenemos un alcalde que pregunta, que actúa y que piensa en la colectividad. Hemos tenido otros que tomaban alcaldadas sin consultar. Somos el Gobierno más unido de la historia.

-Pues parece a veces que hay un problema de egos.

-Siempre se consultan todas las decisiones. Otra cosa es que no todos lo verbalicemos igual. Aunque se nos intente encasillar en que pensamos diferente.

-Averly, Pikolín, Príncipe Felipe... Es una enmienda a la totalidad de su programa electoral.

-Es el primer Gobierno que tiene un triunvirato en la oposición con estrategia de Gobierno, en la sombra y sin quitarse la careta de que quieren gobernar ellos solos. Pero hay una parte del programa que sí está saliendo. Nuestra obligación es plantearlo todo y saber que estamos en minoría.

-¿Repetiría cuatro años así?

-No es lo más deseable. Pero repetiría solo si esa alianza con PSOE y CHA nos exigiera renunciar al cambio, que se puede matizar pero no abandonar. El que propusieron las urnas muchas veces está siendo parado por el pleno. Un nuevo PSOE podría llevarnos a acuerdos que su militancia también pide.

-En breve comienza la comisión de investigación de Ecociudad. ¿Cómo la afronta?

-Con tranquilidad porque, mientras el sistema de depuración está en jaque y siendo cuestionado, a ZeC se le critica por intentar municipalizar Ecociudad. No hay nada que esconder.

-¿El alcalde puede salir tocado por haber ido a Fiscalía?

-Él solo puso en conocimiento de la Fiscalía un atisbo de delito. Si Esperanza Aguirre hubiera actuado como Pedro Santisteve otro gallo nos cantaría en Madrid. Lo peor de las aguas residuales es que cuando las remueven mucho huelen. Y ahora se van a mover las de Aragón y las de Zaragoza. Y lo cierto es que pueden oler.

-¿Mantendría la sociedad?

-Ya no. Quizá deberíamos ir hacia una reabsorción a medio o largo plazo. Se creó como una operación económica en un momento complejo pero hoy deberíamos revertirla.

-¿ZeC ya es casta?

-La casta se crea con el paso del tiempo y cuando uno asume los valores y la defensa de oligarquías que piensan que pueden decidir todo. Mientras llevemos puestas las gafas de la gente sencilla nunca lo seremos. Eso nos vacuna.