A partir del 2013, la retirada de algas del cauce del Ebro se hará de forma permanente cada año en Zaragoza. Debido a la influencia que tienen en la proliferación de la mosca negra, el ayuntamiento ha decidido que se incluya en la próxima contrata para el mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad. Un contrato que se sacará a concurso antes de que finalice el año.

Así lo adelantó ayer en comisión el teninete de alcalde de Cultura, Educación y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, quien explicó que este año se han retirado del cauce 36 toneladas, doce secas y 24 húmedas, para que fueran analizadas por expertos para ver su influencia en la presencia de este insecto y su posible reutilización.

FUTURO Por eso, y tras celebrarse una reunión con representantes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), y tras haber invertido "16.200 euros que se pagarán a partes iguales" entre el consistorio y el organismo de cuenca, que la efectividad del tratamiento aplicado sobre las larvas (entre el 98% y el 100% se han logrado eliminar) ha sido rotundo y que, por otra parte, la empresa Urbaser (que gestiona el centro de reciclado municipal) ha concluido que estas algas pueden reutilizarse para la fabricación de compost, casi en su totalidad.

Blasco explicó que la experiencia de este año, en el que se ha tenido que aplicar tratamiento en los cauces del Ebro, el Gállego y el Huerva, ha servido para determinar que a partir del 2013 se seguirá realizando ese control y actuación "a partir del mes de marzo o abril", dos meses antes que este año, cuando se tuvo que intervenir en junio y en agosto ante la proliferación de la mosca negra. En este sentido, el teniente de alcalde confirmó que se actuará también en dos ocasiones, en primavera y a mediados del verano.

Mientras, el portavoz de CHA, Juan Martín, criticó la actuación de la CHE y la connivencia con la que ha actuado el Gobierno municipal, relacionado con el caudal ecológico, escaso "para favorecer a los municipios de aguas arriba", mientras en el tramo urbano de Zaragoza las aguas han llegado a estar estancadas permitiendo la proliferación de algas y la aparición de más larvas de mosca negra.

Sin embargo, Blasco explicó que en realidad "solo el día 13 estuvo el caudal por debajo de los 30 metros cúbicos, con 29,4 y solo durante unas horas". El responsable municipal de Medio Ambiente argumentó que la proliferación de la mosca negra se debe más a la temperatura que alcanzada el agua del Ebro que al hecho de que estuviera estancada en algunos tramos. De manera que, a su juicio, no hay intereses ocultos por parte de la CHE en este asunto.