La Real Maestranza de Caballería de Zaragoza no solamente alberga la herencia de los nobilísimos e ilustres linajes de Aragón, de los hijosdalgos y de las grandes casas de rancia prosapia de nuestro antiguo Reino. En los bajos de palacio, desde hace unos meses tenemos abierto uno de esos locales tesoro que merece la pena descubrir. Es el refugio secreto de Eduardo/ Lalo Cruces, interiorista y multidisciplinar artista de la tierra, uno de esos geniales híbridos creativos que tan pronto te emociona con una obra suya trazada en directo al ritmo de Voyeur, proyecto musical de Yago Alonso, como te invita a atravesar espejos con Alicias de chocolate, como te rediseña espacialmente un habitáculo personal o profesional.

Esa doble vertiente de hiperactividad creativa es lo que hace a Cruces tener devoción y pasión por lo que proyecta o toca, y este fin de semana, animado por sus amigos, amantes del mercadilleo y el buen chamarilerismo, instaló desde el viernes tres días de pop up store, de tienda guerrillera de vida efímera con objetos de diseño y pequeñas joyas. Una invitación a imaginar nuevos usos a interesantes piezas , a acariciar el mundo de Lalo junto a fieles como Rubén Blanco, plástico y videoartista que maravilló allende mares en el festival latinoamericano de Nueva York o el magistral Mariano Bazco / Starkytch, otro ambivalente animal creativo. Se acercaron junto a la bloguera Noemi Ruiz, activista del Market Replace de Las Armas y ocasional y celebrada cantante del Cangrejo Violinista, una agitadora nata como la radiotelevisiva Aitana Muñoz, quien tampoco dudó de utilizar este mágico escenario como improvisado camerino para rodar algún que otro capítulo de Reino y Corona. Por algo estamos en el kilómetro cero de culturas milenarias.

Así que , si hoy domingo deseas mercadear paseando por la histórica y renacentista Zaragoza entre rastros y tapas, antes del vermut en la plaza Santa Marta, merece la pena un paseo por la Maestranza y los tesoros de Lalo, un pasaporte a mundos bien interesantes, en este palacio de Don Lope.