El Gobierno de Aragón ha marcado a quince nuevos ejemplares de quebrantahuesos en el Pirineo para poder identificarlos y conocer aspectos básicos de su biología, con el objetivo de diseñar las acciones de conservación más apropiadas.

Conocer la tasa de supervivencia; las causas de mortalidad; la variación del tamaño de superficie que prospectan según la época del año, o cuál es el uso que hacen de dicho territorio, entre otras cuestiones, resulta esencial para diseñar las acciones de conservación más apropiadas, indica el Ejecutivo en un comunicado.

A estos datos se suman los obtenidos de los análisis genéticos o sanitarios recogidos durante la manipulación de los ejemplares, que resultan igualmente "cruciales" para establecer el diagnóstico de la situación de la población de esta especie emblemática para Aragón.

En el desarrollo del Plan de Recuperación del quebrantahuesos en la Comunidad, las aves capturadas han sido marcadas con bandas alares de colores con inscripción alfanumérica exclusiva, de dos o tres dígitos, así como con anillas en sus patas con la finalidad de que puedan ser identificadas a cierta distancia.

Estas son las denominadas marcas de lectura a distancia, que permiten diferenciar entre los ejemplares sin necesidad de aproximarse a ellos, con la simple utilización de unos prismáticos o una cámara fotográfica.

De los quince ejemplares marcados, los seis adultos capturados han sido equipados además con emisores que permiten conocer su localización exacta varias veces al día y con ello analizar el detalle del uso del territorio por parte de estas aves.

Esta tecnología permite también identificar si los animales marcados participan o no como ejemplares reproductores en la población pirenaica, además de facilitar su pronta localización en caso de muerte, y con ello la identificación de las causas de mortalidad.

En apenas dos meses desde su captura, solo uno de los ejemplares marcados, ha resultado ser reproductor; el resto ha mostrado amplias áreas de campeo a ambos lados de los Pirineos, desplazándose de oeste a este entre Navarra y Andorra y de norte a sur entre Lourdes (Francia) y la sierra de Guara.

De hecho, uno de los problemas de conservación de la especie en el Pirineo tiene relación con la excesiva proporción de ejemplares adultos -con más de siete años de vida- que no se han reproducido nunca, y que por tanto no están integrados en ninguna de las, aproximadamente, 140 unidades reproductoras conocidas de la especie en todo el Pirineo (en torno a 72 de ellas en Aragón).

Para la captura de los ejemplares se utilizó un sistema denominado red de cañón, instalado en uno de los Puntos de Alimentación Suplementaria que gestiona el Gobierno de Aragón en la comarca de la Jacetania (Huesca).

El Gobierno de Aragón apoya la conservación de la especie, adaptando las acciones de conservación a la información que los esfuerzos de seguimiento han ido aportando a lo largo de los años, pensando para ello no solo en el contexto regional, sino también en un contexto nacional e incluso europeo.

Prueba de ello ha sido la aportación de ejemplares irrecuperables de quebrantahuesos al programa de cría europeo de la especie que lidera la Fundación para la Conservación de los Buitres (VCF) o la participación en el programa LIFE + Red Quebrantahuesos.