--¿Cómo han sido los primeros días en el cargo? ¿Qué se ha encontrado?

--Han sido días de toma de contacto, pero con un inicio muy trágico por el suceso en la residencia Santa Fe. Tuve que ponerme a trabajar desde el principio, para dar respuesta a las familias y a los residentes. Fue una entrada como a saco, no hubo tiempo para iniciar la reflexión. En lo que respecta al departamento, lo que queremos fundamentalmente es consolidar y poner en valor la Ley de Servicios Sociales de Aragón. Queremos trabajar porque todas las personas aragonesas tengan esos derechos y que en la práctica los ciudadanos sientan que desde esta consejería apostamos por que todas las personas tengan acceso a todas las cuestiones que reconoce esa normal.

--Se han comprometido a realizar los pagos de los retrasos del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) de forma inmediata.

--Sí, es un mínimo vital para subsistir y lo vamos a ingresar con urgencia. Hay 1.900 renovaciones por hacer y 1.590 personas que aún no han tenido su primer ingreso pese a tenerlo reconocido. No podemos tolerar esta situación y vamos a priorizar los recursos para dar respuesta a esta necesidad.

--Una de sus primeras medidas es poner en marcha una Ley de Renta Básica. ¿Saben ya qué cantidades mínimas y máximas podrán recibir las familias?

--No hemos hablado de cifras. Me parecería imprudente por mi parte hablar de eso cuando estamos hablando de un proceso de participación para poner en marcha esta ley. A partir de la semana que viene nos vamos a empezar a reunir con colectivos, sindicatos, agentes sociales y con el consejo aragonés de Servicios Sociales, que será renovado, para hablar, dialogar y decidir esos límites económicos, contabilizar la casuística y los perfiles de cada familia. Sí que quiero que sea un periodo de participación corto. El proyecto presentado en el 2012 en las Cortes sobre este tema y que no salió adelante nos puede servir de base para el debate.

--¿Qué aportará esa ley?

--Frente al IAI, que es una prestación para familias sin recursos y que está ligado a un plan de inserción laboral, esta ley va dirigida a aquellas que no tienen ningún tipo de ingreso y no está ligada ni condicionada por ningún proceso de inserción. Tenemos que plantear esta norma para que los aragoneses tengan un mínimo ingreso para vivir con dignidad

--¿Le asuntan las cifras de Aragón en relación a la Ley de Dependencia?

--Me preocupan, me asustan y, además, las he denunciado en numerosas ocasiones. El desmantelamiento de la ley en Aragón ha sido brutal y, tristemente, es una de las comunidades donde más atención de servicios en el entorno familiar se ha perdido. El Gobierno anterior decía que quería priorizar este aspecto, pero la realidad es que no ha sido así. Más de 7.500 personas están el lista de espera y más de 8.000 han accedido a poder solicitar este derecho a partir del 1 de julio por su grado de dependencia. Me preocupa la financiación de esta ley. En estos cuatro años, cada uno se ha perdido 15 millones de financiación del Estado. La ley se legisla de manera que el 50% lo abona la DGA y el otro 50% el Estado. Sin embargo, se ha recibido solo un 20% desde Madrid y eso se ha hecho con el silencio de la DGA. La dependencia es un derecho importante, el único que se ha legislado a nivel de Estado, y no la podemos aplicar solos. Pedimos al Gobierno de España colaboración, especialmente, de tipo económico. Además, es muy importante dar servicio a los dependientes moderados porque si los vamos atendiendo ya es más fácil que tarde más tiempo en ser de grado 2 y 3. Por eso es tan fundamental dar este servicio.

--¿Hay alguna línea de trabajo del anterior del Ejecutivo que se pueda aprovechar?

--Tengo claro que aquí no hemos venido a levantar alfombras, hemos venido a gestionar y a trabjar. Por lo tanto, voy a perder poco tiempo en eso. Si me pregunta sobre dependencia, yo doy unos datos lógicamente, pero el ciudadano pide respuestas sobre temas muy urgentes. Los derechos sociales son derechos subjetivos de las personas, que los tienen como ciudadanos, y que están muy alejados del concepto que nosotros tenemos de la beneficiencia y la caridad. Ahí hay una concepción muy diferente de base con el anterior Gobierno y con una percepción de los derechos que no compartimos. No hemos venido a destruir y todo lo positivo que haya se mantendrá. Empezando por los trabajadores, que son excelentes.

--¿Ha sido perjudicial gestionar los servicios sociales desde el Departamento de Sanidad?

--Sanidad es una consejería potente, de mucho trabajo, con un presupuesto importante y ese hecho ha provocado que los servicios sociales hayan quedado bastante relegados.

--¿Hay pobreza infantil en Aragón?

--Se habla mucho y eso es algo que nos debe avergonzar. El 27% de los niños aragoneses están en ese umbral, pero siempre digo que ellos no son pobres, sino que lo son sus familias y, por lo tanto, es muy importante que hagamos políticas para acabar con esos padres que no tienen ningún recurso y que están en riesgo de exclusión. Por eso es tan vital pagar de inmediato el IAI y poner en marcha la Ley de Renta Básica.

--Acaban de declarar no embargables las becas de comedor.

--Es que la orden que se publicó no planteaba esa cuestión y añadía un problema a las familias. Aún así, no estamos de acuerdo con esa orden, porque es complicadísima de gestionar y requiere un proceso muy largo. Y hay otra cosa, que ya he transmitido a la consejera de Educación, y es que las becas de comedor son un tema educativo. Siempre he pensado que es un servicio complementario que garantiza el derecho a la educación que reconoce a la Constitución. Y no lo digo en el sentido que no quiera colaborar, porque haré todo lo posible, pero el transporte y las becas son medidas complementarias del sistema educativo.

--¿Cuál es la situación de los servicios sociales en el entorno rural de Aragón?

--Las comarcas tienen unos centros de servicios sociales que trabajan muy bien, también el Ayuntamiento de Zaragoza. Creo que se dan unas pautas estupendas y por eso nos preocupa tanto la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Entidades Locales porque quita las competencias de este área, que pasaría a depender directamente de la DGA. Nosotros apostamos por la proximidad, porque la mejor manera de responder es desde lo cercano, desde quien más nos conoce. Siempre hemos denunciado que las competencias estén en las comarcas y consistorios.

--Hubo un conflicto reciente con la gestión del Centro de Observación de Menores. ¿Cómo van a gestionar la tutela?

--Aquel problema venía dado por una cuestión con una empresa. Pero quiero dejar claro que nos preocupa sobremanera la atención de los menores, de todos, pero muchísimo más de quienes están tutelados por la Administración. Si en algo tenemos que ser responsables y tener sensiblidad es con quienes son como nuestros hijos. También vamos a tener un compromiso especial con los jóvenes y las mujeres, en sendos institutos.

--El Instituto Aragonés de Servicios Sociales ha sido un organismo que en los últimos años ha recibido críticas por su gestión. ¿Cómo van a trabajar? ¿Van a ser más transparentes?

--El IASS me parece el organismo más importante de gestión y sí que quiero que las cosas se hagan de otra manera. Desde el tema de igualdad, hasta todo lo relacionado con jóvenes y mujeres. Deseo que todas las plataformas actúen desde la transparencia y la participación. Los derechos sociales son el cuarto pilar en el estado del bienestar y, a veces, cuando una persona tiene reconocida la dependencia, por ejemplo, y no se le está dando este derecho es tan importante su reclamación como cualquier otra situación de Educación o Sanidad. Y esa convicción de que las cosas son así la tenemos.

--¿Qué va a cambiar en el IASS?

--Quiero que la gente vea que la gestión desde el IASS es algo que preocupa a este Gobierno, queremos unas relaciones no solo cordiales sino de absoluta franqueza con las organizaciones del tercer sector que están dando unos servicios de responsabilidad de la Administración. Hay que trabajar de otra manera y ser transparentes.

--Joaquín Salvo acaba de ser nombrado gerente.

--Estoy muy contenta con su nombramiento, porque es una persona muy conocedora de los servicios sociales, ha trabajado en la casa y es una de las pocas que ha escrito sobre esta materia, no solo en Aragón, sino en España. Sus libros son un referente.

--¿Le preocupa una falta de financiación para afrontar todos sus planteamientos?

--El Gobierno de Aragón tiene claro que es prioritario tratar asuntos de servicios sociales, como así me han transmitido tanto el presidente como el consejero de Hacienda. En ese sentido, no estoy nada preocupada.

--¿Se esperaba formar parte de este nuevo Gobierno?

--La verdad es que no. De hecho, iba en la lista de concejal de mi pueblo, Sabiñánigo, y personalmente hacía ahí había dirigido este nuevo rumbo. Pero cuando un presidente te llama para una responsabilidad de estas características pienso que no se le puede decir que no. Me han educado siempre en esa responsabilidad, en asumir las cosas cuando llegan y afrontar los retos.

--Es un área compleja. ¿Le asusta ese reto?

--Puedo decir que soy la primera mujer de mi familia que cobró por trabajar. Todas las demas trabajaron mucho en su época, pero yo fui quien consiguió tener un ingreso por eso. Eso siempre me ha llevado a unos valores en el que el trabajo lo pongo en primer lugar. Cuando una se embarca en este tipo de cuestiones se hace con alegría y preocupación, que duda cabe. He sido portavoz del PSOE en Servicios Sociales durante la última legislatura y soy muy consciente de cuál es la situación. Creo que con bastante prudencia y sin ninguna exaltación hicimos una oposición y planteamos que las cosas se tenían que hacer de otra manera. He tenido un equipo que me ha ayudado mucho, muchísimo, y creo que tampoco les podía defraudar a ellos a la hora de tomar la decisión de aceptar esta consejería. Además, tengo ideas de poder cambiar las cosas en materia de servicios sociales y aquí estoy para hacerlas efectivas.

--En su momento se habló de regeneración del equipo que ya había trabajado en el Ejecutivo de Marcelino Iglesias, como fue su caso. ¿Le han llegado críticas por el hecho de volver a formar parte del Gobierno?

--Pues no lo sé, a mi nadie me lo ha transmitido. Como me gusta mucho este trabajo y la gestión, tengo bastante poco tiempo de pensar en estas cosas. Nunca he sido una persona que hay participado activamente en cuestiones así. En todo caso, en el momento en el que el presidente me dijo que había pensado en mí yo no me pongo a hacerme preguntas de este tipo. Al contrario. Tengo poco tiempo y, sinceramente, no lo quiero invertir en analizar las críticas, porque mi única premisa es llegar y poner esto en marcha. Más cuando nos encontramos con el trágico suceso de la residencia de Santa Fe. Estoy dispuesta a aportar todo lo que sé, a liderar un equipo en el que confío. La política siempre la he vivido con humildad, me gusta apostar por nuevas políticas y creo que tengo la suerte de haber mantenido siempre la pasión. Llevo muchos años de militancia política y las personas que somos apasionadas, que nos gusta la acción, allí donde estamos lo ejercemos así.