El Ministerio de Medio Ambiente baraja ya alternativas al embalse de Biscarrués. Según fuentes bien informadas consultadas por este diario, la titular de la cartera habría debatido ya con los técnicos otras opciones para la regulación del Gállego. Los informes negativos que arrastra el proyecto, el último emitido por el Centro de Estudios y Experimentación (Cedex) de Obras Públicas, serían los que recomendarían replantearlo. Sobre todo porque se corre el riesgo que, ante estas advertencias, la construcción del pantano terminase en los tribunales.

Las alternativas a Biscarrués que sopesa en estos momentos el ministerio pasarían por la construcción de seis balsas laterales, que servirían para regular el Gállego. Esta decisión acarrearía, previsiblemente, dejar a un lado el embalse, que tenía una capacidad del 35 hectómetros cúbicos, y que estaba acompañado, según el proyecto que tiene sobre la mesa Medio Ambiente, cinco balsas. En total se alcanzaban los 330 hectómetros cúbicos de capacidad.

Este nuevo rumbo emprendido por el ministerio supondría que las seis balsas --sin embalse, claro, que no se construiría-- sumarían, de igual forma, esos 330 hectómetros cúbicos. Con esta decisión Medio Ambiente haría caso a una de las alternativas ofrecidas en su día por la Comisión del Agua, que apuntó tres posibilidades: un embalse grande, de 192 hectómetros cúbicos; uno pequeño de 35 --que es el actual--; o no hacerlo y optar por las balsas.

CONDICIONES La titular del ministerio ha discutido ya con su personal más cercano y de confianza cuáles serían las mejores opciones para encaminar la regulación de Biscurrués, atendiendo las recomendaciones de los informes y cumpliendo con las condiciones establecidas de la Comisión del Agua sobre el Gállego. Entre ellas figuraba la necesidad de almacenar 330 hectómetros cúbicos, que cualquier pieza de regulación no podría afectar al núcleo de Erés y que se debía salvaguardar la explotación turística del río. Las balsas permitirían seguir las recomendaciones de la Comisión del Agua, aunque la decisión final todavía no está tomada.

En todo caso, el Ministerio de Medio Ambiente tiene ya todos los estudios muy avanzados. Fuentes del Gobierno de Aragón informaron ayer que el dictamen definitivo, según las informaciones que se tienen en el Ejecutivo, podría hacerse público en un plazo de varias semanas. El director general de Calidad y Evaluación Ambiental del MARM, Jesús Huertas García, ha iniciado una ronda de contactos. Ayer se reunió con los regantes del Alto Aragón con el fin de conocer sus puntos de vista. También mantendrá encuentros con otras partes afectadas como alcaldes y ecologistas. El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, también ha hablado del tema con Rosa Aguilar. Sobre todo porque el proyecto había quedado fuera de los presupuestos del 2011. Finalmente fue incluido, por lo que todo hace pensar, en la DGA, que el informe de Calidad Ambiente, que es el que dice sí o no, será afirmativo.

A pesar de ello, el portavoz del Gobierno y vicepresidente, José Ángel Biel, cargó ayer contra el informe de Cedex, al considerar que este organismo "no tiene competencias" para emitir este tipo de dictámenes. Según Biel, "se ha extralimitado en el ejercicio de su cometido", ya que se trata de un organismo del Ministerio de Fomento que ha hecho un estudio "que no le corresponde". Además lamentó que este informe se haya utilizado "por quienes se oponen" a la construcción del embalse, y antes de que fuera remitido a la DGA y a la CHE.