Los participantes en el VI Encuentro Transfronterizo de Memoria Histórica Democrática, clausurado ayer en la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), pidieron que los hechos del pasado reciente de España sean objeto de estudio en las escuelas y, asimismo, que las administraciones se impliquen más en las tareas de recuperación del pasado a través de la ley aprobada en la época de Zapatero y que ha quedado arrinconada en años recientes, según denunciaron.

El historiador José R. Villanueva manifestó en las conclusiones de las jornadas, que contaron con una nutrida representación de organizaciones francesas centradas en el exilio republicano, que es precisa una mayor coordinación de las instituciones y «un adecuado tratamiento del tema en el sistema educativo».

José Antonio Miramón, portavoz de En Común en la DPZ, se refirió a la guerra civil como «un genocidio» contra la España republicana. «Se van dando pasos que llegan 40 años tarde pero llegan», subrayó en referencia a las acciones realizadas para desterrar vestigios del franquismo como placas y monumentos repartidos por la geografía aragonesa.

Para Martín Llanas, vicepresidente de la DPZ, «la memoria histórica es necesaria para unos y para otros, para evitar caer en la repetición de los errores que se cometieron».

Miguel Ángel Capapé, de la Asociación por la Recuperación e Investigación contra el Olvido (Arico), cifró en unas 600 las fosas comunes existentes en Aragón y dijo que en la actualidad las excavaciones se hallan «en una situación mala» por la falta de ayudas oficiales para emprenderlas.

Capapé manifestó que se va a desarrollar una búsqueda en Ricla y que están pendientes de terminación otras dos, una en la cima de Santo Domingo y otra en Luesia. H