Elmiércoles se reúne de nuevo la comisión mixta de seguimiento del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite). Creado en 1992, durante este largo periodo se han invertido en la provincia más de 800 millones de euros. De todos los proyectos impulsados, ha sido Motorland el que más dinero se ha llevado, concretamente 124,6 millones. Algo que se cumple también en el último convenio comprendido entre 2011 y 2015, cuando se han destinado a la llamada ciudad del motor y sus diversas áreas 44,6 millones. De hecho estos últimos cuatro años ha acaparado el 39,7% de las ayudas destinadas a los llamados proyectos estratégicos y singulares.

El actual Gobierno de Aragón tiene por delante la negociación del nuevo convenio del Fite. El actual está ya agotado y, aunque 11 proyectos, por importe de 8,5 millones, se encuentran en peligro, lo que realmente se juega es la continuidad de este fondo. No son pocas las voces críticas sobre el uso que se ha dado a las ayudas que la Administración autonómica y central inyectan anualmente a partes iguales, a razón de 60 millones por ejercicio. El jefe del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, señaló hace unos días que determinadas inversiones deberían replantearse, y esta misma semana, el número dos de la DGA, Vicente Guillén, apostó por redefinir el concepto de inversión.

EN CUESTIÓN

A nadie se le escapa que todos los focos están puestos sobre Motorland, que ha sido un proyecto al que el Fite ha financiado con generosidad. El destino de los fondos, sin embargo, se ha puesto en cuestión por órganos auditores como la Cámara de Cuentas, que detectó irregularidades en el hecho de que se pagase publicidad de grandes premios de MotoGP con cargo al Fite. O que en los últimos ejercicios se destinen siete millones para sufragar las pérdidas que acumula la sociedad.

El objetivo de este fondo es la creación de empleo y la fijación de población con proyectos impulsados en el territorio. Pero muchas veces se ha utilizado como sustitutorio de inversiones a las que no llegaban el Gobierno de Aragón, el central, o la diputación de Teruel. "El problema de los proyectos estratégicos es que una vez hecho hay que mantenerlos", decía esta semana Vicente Guillén. Y Motorland es un buen ejemplo de ello. Una vez construido, y puesto en marcha, sigue necesitando siete millones anuales para tapar sus pérdidas. Con la nueva negociación del Fite se podría poner fin a esta situación. Ni el Ejecutivo autonómico ni Madrid parecen dispuestos a destinar el fondos para ocultar los números rojos.

Motorland se puso en marcha allá por 1997. Entonces del Fite se destinaron 218.529,85 euros. Desde entonces ni un solo ejercicio se ha quedado sin partida. Los fondos fueron creciendo conforme avanzó la construcción de este proyecto del motor. En el 2005 se destinaron ya 4,9 millones y al siguiente, en el 2006 se dio ya un auténtico salto, al alcanzar los 11,9 millones. En el 2007 fueron 11 millones; 12,5 en el 2008 y 14,4 en el 2009, cuando se alcanzó la cuantía máxima.

En el actual periodo, ya concluido, que iba del 2011 al 2015, la cuantía ha ascendido a 44,6 millones. A proyectos considerados estratégicos se han destinado 112,3 millones, por lo que el 39,7% fueron para Motorland. Este proyecto ha sido el que más dinero se ha llevado del Fite, además con mucha diferencia.

En el 2011 le correspondieron 14,5 millones de euros. En ese ejercicio solo el aeródromo de Teruel, con 11 millones le siguió en importancia de la cuantía. A proyectos agroalimentarios, una de las vías que a partir de ahora más se quieren explotar, se destinaron 6,5 millones. En el 2012 fue de nuevo el proyecto que recibió más dinero: 7,5 millones. Le siguió el observatorio astronómico de Javalambre con 6,5 millones. La misma situación se repitió en el 2013, cuando la Ciudad del Motor tuvo otros 7,7 millones. En el 2015 se alcanza los 7,4 millones, situando a esta infraestructura siempre a la cabeza en inversión.