De nuevo, falsa alarma. Al igual que en los tres casos anteriores, el cuarto caso sospechoso de ébola detectado en Aragón también dio negativo en los resultados de la analítica realizada para conocer si padece o no la enfermedad.

La mujer, que se encuentra ingresada en el hospital Royo Villanova de la capital aragonesa, está estable con mínima sintomatología, si bien hasta un segundo análisis, que se realizará esta misma tarde coincidiendo con las 72 horas del inicio de los síntomas, permanecerá en aislamiento estricto.

Fuentes del centro hospitalario consultadas por este periódico indicaron que la mujer --cooperante de una oenegé y que estuvo hace dos semanas en Sierra Leona-- ya no tuvo fiebre durante todo el día de ayer, por lo que todo apuntaba a que, tal y como se confirmó más tarde, no había sido contagiada.

El Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón activó el pasado martes, a las 18.15 horas, el protocolo sanitario ante la aparición de un posible caso de ébola después de que la mujer, de 33 años, natural de la capital aragonesa y que regresó hace 15 días a España, acudiera a urgencias del Royo Villanova tras sentirse mal.

Presentaba dolor de garganta y fiebre --38,5 grados-- y, al coincidir estos síntomas con los contemplados en el protocolo sanitario del ébola y proceder de uno de los países de riesgo, se procedió a su aislamiento en el hospital, que es el de referencia para esta enfermedad en Aragón.

Al igual que en casos anteriores de activación de este protocolo, un sanitario experto del Salud le realizó la extracción de sangre, que fue enviada el mismo martes al Centro Nacional de Epidemiología de Majadahonda (Madrid) para su análisis.

Fuentes del hospital mostraron su satisfacción por el negativo aunque aseguraron que "el equipo estaba perfectamente preparado para cualquier contingencia. El entrenamiento exhaustivo al que se someten los profesionales sanitarios hace que todo esté perfectamente preparado en caso de que, como ha sucedido, se active el protocolo".

El Royo Villanova dispone de cinco habitaciones destinadas al ingreso de pacientes sospechosos de haber contraído ébola. Estas se encuentran dentro del módulo de aislamiento, en la cuarta planta del centro hospitalario de la capital aragonesa.